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28 octubre 2007

Superpunk

Allá por 1993, cuando las listas de discos más vendidos estaban copadas por la música tropical (y eso sin todavía haber aparecido Los Fatales), el extinto grupo Níquel era una de las bandas de mayor convocatoria y poder de venta de discos de la escena ¿rockera? local. Venían de pegarla bastante bien con el Candombe de la Aduana que si bien de candombe sólo tenía el nombre, a la gente de MTV le gustó lo suficiente como para emitir su clip, convirtiéndose así en el primer video de un grupo nacional en circular por la cadena. Subidos al caballo, tuvieron la idea de presentarse junto a la Orquesta Sinfónica del SODRE en el Teatro Solís y editar un combo de disco y video previsiblemente llamados Níquel Sinfónico.

Por aquel entonces, todos los sábados de 18 a 20 -en la también desaparecida FM El Dorado-, Jorge Bonomi y Fernán Cisnero conducían Tiempos Salvajes. Bonomi y Cisnero no eran precisamente fanáticos de la banda de Jorge Nasser, por lo que se dedicaban a defenestrarla en forma sistemática. Una nota publicada en 2001 en Surmedia (otra que pasó a mejor vida), cuenta que cuando los conductores se quedaban sin tema y avizoraban un silencio incómodo, Liquen -el apodo burlón que usaban para referirse a la banda- "era su muletilla para salir del paso con una risa". El mismo artículo describe a Bonomi y Cisnero de la siguiente manera: "Eran chicos malos, pregonaban tener actitud, odiaban al sistema, eran punkies, eran rockeros en el más brutal de los sentidos. Al menos en el discurso".

Cuestión que un sábado de marzo, Nasser se duchaba escuchando Tiempos Salvajes cuando sus conductores empezaron a darle palo al disco sinfónico y a burlarse de la banda y su líder. Lo que sigue es la narración de los hechos según la nota de Surmedia:
Cuando terminó la ducha decidió ir a la radio, a explicarle “a esos pendejos”, por las buenas, que no lo jodieran más, que no hay que reírse así del trabajo ajeno.

Se tomó un taxi y fue a los estudios de la radio, en 18 de julio 1220, entre Yí y Cuareim. Subió los cuatro pisos por el ascensor y cuando iba a tocar tiembre vió que la puerta estaba abierta; un error de Gabriel Santoro, el operador de la radio que había salido poco rato antes.

Sin hacer ruido, Nasser llegó al estudio. Se paró del lado de afuera de la puerta, pegó la oreja y se puso a escuchar. La burla seguía. “Van a dejar las guitarras y van a hacer el Candombe de la Aduana con tachos de basura”. “No decimos que esté bien o que esté mal (Níquel Sinfónico)... que está mal”. “Es el curro de ellos y nosotros tenemos la obligación de decir lo que nos parece. Desde que sos una figura pública cualquier imbécil como nosotros con la oportunidad de estar frente a un micrófono, tiene la oportunidad de cagarte. Esa es nuestra función, arruinarle la vida a los demás”.

Ahí fueron a un tema musical, y Nasser seguía pegado a la puerta del estudio. Pensando cómo encararlos. Vuelve a prenderse la luz roja. El programa está por terminar y van a pasar el último tema. “What’s so funny between peace, love and understanding?” (¿qué hay de gracioso en la paz, el amor y el entendimiento?).

Los locutores juegan con el título del tema. “Es lo que les vamos a decir a unos amigos que criticamos”. Y Nasser explotó.

Abrió la puerta del estudio y pateó la primera silla que encontró, que era la de Bonomi, quien automáticamente cayó al piso. Cisnero huyó por el otro lado del estudio.

Nasser -¿Por qué no me lo decís en la cara?

Ruidos y los conductores gritando “pará flaco, pará”. Natalia Montenegro, la operadora, se asustó y salió corriendo, olvidándose de apagar el micrófono. Por eso todo salió al aire.

Más ruidos. Sonidos de golpes. “Estábamos jodiendo, pará”.

La discusión, los puñetazos y las patadas siguen. Uno solo pega y los otros se defienden. Como en una película de los Tres Chiflados, corren alrededor del estudio. El momento más gracioso, trágicómico en realidad, es cuando uno de los conductores dice “llamá a la policía”. El líder de Níquel se ríe.

“¿Pero no sos el superpunk? ¿No sos el súperagresivo? ¿No es que te gusta la música con personalidad? Bueno, poné personalidad, jugate por lo que decís”.

Al programa siguiente, los conductores de Tiempos Salvajes se refirieron brevemente al problema, pidiendo disculpas a la gente de la Sinfónica Municipal y a su director, Fernando Condon. Sobre el problema, se refirieron al “agresor”, al “integrante de una banda”, al “conato de violencia”, etc. “La violencia no mejora nuestra opinión sobre su obra, que seguimos teniendo la opinión que teníamos la semana pasada y empeora la que tenemos como persona”. Nunca nombraron a Nasser ni a Níquel (mucho menos a “Líquen”).

¿Cuál era esa opinión? Por cobardía o no, se cuidaron de no volver a repetirla. Un acto fallido de Cisnero, casi justifica la agresión: “desde el momento en que uno muestra algo, hace algo, está plausible de que alguien haga algo como... opine algo”. Nasser hizo, no opinó.

Y terminaron el programa pasando un fragmento del incidente, donde Nasser decía “qué te importa lo que hago. Si no te gusta, te callás” Y le agregaron una grabación de un dibujito animado que decía “este payaso es muy estúpido”. Claro, fue algo muy cortito, no fuera cosa que que Nasser se enojara y tuviera tiempo para ir hasta la radio nuevamente".

Con ustedes, entonces, la grabación de un momento tan memorable. Denle play y aguanten que cargue que dura casi 10 minutos. Si no tienen paciencia, acá pueden leer la transcripción.




Este post no hubiera sido posible sin la inestimable colaboración y producción de Osvaldo Cervinho.

4 comentarios:

Kewl dijo...

Pueden citar la transcripción ? El blog que la tenía ahora es solo por invitación.

Unknown dijo...

Excelente.. Nasser, un Crá de la vieja guardia... Yo haría lo mismo si escucho a dos loquitos dandome con un fierro un programa entero...

Alfredo Bruno dijo...

Mil gracias por recuperar esta joya perdida !
Obviamente, conocía el incidente y lo había escuchado alguna vez en algunos cassettes, (se acuerdan de lo que eran?), que andaban en la vuelta.
La pena es que los dos paparulos que dieron origen a este hecho en aquella época eran una excepción en los medios nacionales.
Hoy, el cagar arriba de un ventilador desde un pasquín, o frnte a una cámara o micro y después no hacerse cargo de nada y es la regla :(
Grosso el Nasser! Habría que empezar a hacer lo mismo... aunque algunso ya empezamos :D
Salud y aquello!

Héctor Fariña dijo...

Una pequeña aclaración: En el Solís hicieron el "De memoria". El sinfónico fué en el Teatro de verano.
Saludos.