Gracias a la atenta colaboración de Osvaldo Cervinho, me entero de algunos pormenores de la desvinculación de Nelson Fernández de la dirección de Subrayado. En una carta enviada al portal Montevideo Comm, Canal 10 manifestó que el alejamiento "no obedece de ninguna manera a su labor periodística", que a su entender, ha desempeñado "con gran profesionalismo y ética intachable".
Al parecer, la decisión de las autoridades del canal estuvo motivada por una desobediencia de Fernández, aunque el informante no supo precisar qué orden de la dirección no fue acatada por el periodista. La medida le fue comunicada el pasado jueves por Lucía de Feo -portavoz del canal- y su cuñado, Marcelo Baldovino, quienes minutos más tarde, y argumentando "mal relacionamiento con el canal y la plantilla de Subrayado", informaron a Rosario Cecilio, Eduardo Preve y Emidio de Castro, los tres coordinadores del noticiero. Fue cerca de las 19.30 horas cuando Fernández transmitió la noticia a sus ya enterados colaboradores y editores: "Hoy es el último día que trabajo con ustedes", explicó el director, obteniendo escasa repercusión dado que estaban a menos de 30 minutos de comenzar el programa y porque además, la noticia se veía venir. Sólo en febrero del año pasado los empleados de Subrayado realizaron tres asambleas, hartos de su maltrato. Algunos de los periodistas cuya desvinculación del informativo se atribuye a la conducta de Fernández serían Martín Less, Ileana Da Silva, Fernanda Cabrera y Daniel Cancela. Se dice que dentro del canal no fueron pocos los que festejaron la noticia y que incluso hay planeado un asado de celebración.
Del próximo destino de Fernández se sabe poco y nada. Aunque algunos arriesgan un regreso al semanario que, según sus palabras, considera su "verdadera escuela"; otros no lo ven como una alternativa posible. Si bien durante un almuerzo ocurrido hace un par de meses, el ex director tanteó el terreno al deslizar un comentario sobre la "situación complicada" de su ex empleado en Canal 10, sus anteriores compañeros no andan muy deseosos de contarlo nuevamente entre sus filas. Los más memoriosos recuerdan que uno de ellos -que podría jugar un papel más que importante a la hora de decidir su retorno-, es el mismo que el día que Fernández se fue, llamó a dos colegas a su despacho y sirvió una ronda de whisky para celebrar.
Al parecer, la decisión de las autoridades del canal estuvo motivada por una desobediencia de Fernández, aunque el informante no supo precisar qué orden de la dirección no fue acatada por el periodista. La medida le fue comunicada el pasado jueves por Lucía de Feo -portavoz del canal- y su cuñado, Marcelo Baldovino, quienes minutos más tarde, y argumentando "mal relacionamiento con el canal y la plantilla de Subrayado", informaron a Rosario Cecilio, Eduardo Preve y Emidio de Castro, los tres coordinadores del noticiero. Fue cerca de las 19.30 horas cuando Fernández transmitió la noticia a sus ya enterados colaboradores y editores: "Hoy es el último día que trabajo con ustedes", explicó el director, obteniendo escasa repercusión dado que estaban a menos de 30 minutos de comenzar el programa y porque además, la noticia se veía venir. Sólo en febrero del año pasado los empleados de Subrayado realizaron tres asambleas, hartos de su maltrato. Algunos de los periodistas cuya desvinculación del informativo se atribuye a la conducta de Fernández serían Martín Less, Ileana Da Silva, Fernanda Cabrera y Daniel Cancela. Se dice que dentro del canal no fueron pocos los que festejaron la noticia y que incluso hay planeado un asado de celebración.
Del próximo destino de Fernández se sabe poco y nada. Aunque algunos arriesgan un regreso al semanario que, según sus palabras, considera su "verdadera escuela"; otros no lo ven como una alternativa posible. Si bien durante un almuerzo ocurrido hace un par de meses, el ex director tanteó el terreno al deslizar un comentario sobre la "situación complicada" de su ex empleado en Canal 10, sus anteriores compañeros no andan muy deseosos de contarlo nuevamente entre sus filas. Los más memoriosos recuerdan que uno de ellos -que podría jugar un papel más que importante a la hora de decidir su retorno-, es el mismo que el día que Fernández se fue, llamó a dos colegas a su despacho y sirvió una ronda de whisky para celebrar.
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