Website Ribbon Cursos para/lelos: El vicio de la arrogancia

29 octubre 2008

El vicio de la arrogancia

21 comentarios:

Cacho_vela_crush dijo...

ergo... reductio ab absurdum..

si desprecio a un nazi, a un racista, a un político corrupto, a mabel lolo, o a cualquier engendro que no cuaje en mi forma de pensar soy un arrogante....

pues lo seré con gozo, filósofo uruguayo lunico q conozco es el tartamudo que estaba en el programa de la esposa de esncanlar

Anónimo dijo...

La Posmodernidad puso de moda el relativismo. Y por eso los relativistas ganan premios internacionales. En realidad no es otra cosa que una vuelta al espiritismo y su vieja crítica de la razón, hoy "la razón arrogante". Coincido con Cacho, Emilio. No me parece que Carlos Pereda aporte absolutamente nada interesante. La razón es siempre arrogante para el que no la tiene.

Fd. dijo...

Iba a poner algo muy parecido a lo de cacho.
El sayo de "filósofo" le queda grande me parece.

Roberto Contreras dijo...

El resto de la nota es un poco peor que la cita correspondiente, que triste tener cincuentamil años, haber leido 10.000 libros y no poder salir de la maraña de definiciones filosóficas y poder decir algo útil para alguien. Este viejo dice las obviedades mas grandes que uno se pueda imaginar, da para hacer un libro de citas célebres firmadas por josé narosky, seria bueno conocer la intención del blogger en este post ya que estoy muy enojado por haberme leido las dos paginas de la entrevista a este buen señor.

atte

roberto

Anónimo dijo...

Para muestra alcanzan cuatro botones.
Pedro

Anónimo dijo...

Si, puede ser que haya mucho relativismo en el mundo de hoy, concuerdo con varios foristas. Aun asi, es mejor a tener otros ismos del estilo nazismo, facismo, comunismo ismo ismo ismo...(anada el que mas le gusta, total el juego de la ideologia es ver quien excluye a quien). Karl Popper (otro de esos filosofos baratos) proponia una nueva etica al acercarse al conocimiento, basado en el principio de la falibilidad (en criollo, el error), en donde usted puede tener razon, yo puedo tener razon, o ambos podemos estar equivocados. Y eso, no implica que tengamos que despreciar, a nadie, tenga o no "razon" (si es que hay algo como "la unica razon" y encima puede ser expresada).

Aníbal Corti dijo...

Carlos Pereda no es un relativista, es un falibilista. El falibilismo es la doctrina según la cual cualquiera de nuestras creencias puede resultar ser falsa. Dicho de otro modo, es la doctrina según la cual no existen creencias indudables, infalibles, incorregibles, invulnerables a la crítica, irrevisables, autoevidentes, cuya verdad se nos hace manifiesta en forma inmediata o como diablos se prefiera decirlo.

Toda la vida ha habido filósofos falibilistas que no son escépticos o relativistas, entre ellos: C. S. Peirce, William James, John Dewey, Karl Popper, Wilfrid Sellars. Ninguno de ellos fue “posmoderno”, sea lo que sea que esa palabrita quiera decir. Toda la vida ha habido también filósofos que no son falibilistas, pensadores que sostienen que el falibilismo es contrario al sentido común y que no hay tampoco buenas razones para aceptarlo.

Poner etiquetas (“posmoderno”, “relativista”) sin tener la más mínima idea de lo que se está hablando, leer cuatrocientos miserables caracteres en una entrevista de prensa y a partir de allí hacer juicios lapidarios sobre la obra de una persona que sí se ha tomado el trabajo de pensar esos asuntos, pretender resolver de un plumazo antiguas discusiones sin siquiera haberse molestado uno mínimamente en entenderlas del todo, eso no es ser arrogante, no, es simplemente ser estúpido.

Roberto Contreras dijo...

el problema abíbal, no es la sabiduría de este buen señor, el tema es que este post queda como una lección de arrogancia, parece que el blogger dijera, miren lo que dice este sabio, ahora los iluminaré, esto es la arrogancia y a apartir de ahora su vida sera mejor. Es un poco el problema de descontextualizar las cosas, pero recordemos también que hay frases cortas, geniales, irrebatibles o no, pero que aportan algo, este recuadro aporta muy poco.
Por otro lao la nota es floja, el tipo puede saber muchisimo, pero no logra decir nada interesante en la nota, quizá tenga libros brillantes y teorías enjumbradas pero la nota completa es inútil, ya lo dijo alfonsín con la democracia no se come (?)

Daniela Couto dijo...

A esta altura, me parece importante aclarar algo. Cuando hablamos de posibles nombres para esta sección, fui yo quien sugirió Magister dixit, porque si bien su traducción literal puede interpretarse como "Mirá este genio lo que dijo", su uso actual está más orientado hacia la ironía (ver Wikipedia). Tras algunos argumentos de mi parte -como el hecho de poder jugar con esa dualidad del término- y a pesar de no convencerlo demasiado, Emilio terminó aceptándolo con algunas objeciones. Tengo una vaga idea de cuál fue su intención al publicar esta cita, pero al menos en mi caso, prefiero no aclarar nada y dejar que cada uno lo interprete cómo más le guste.

Anónimo dijo...

Estás muy equivocado, Aníbal. Vos te creés que tengo tiempo para leer los 400 caracteres de la entrevista? Y aclaro que mi crítica no fue para Emilio sino para Pereda, y que no tiene nada que ver con los cuestionamientos de Roberto Contreras que evidentemente está ensañadísimo con Emilio.

Si fuera por mí, Aníbal, erradicaría la Filosofía de los claustros y no le daría un peso a los filosófos que no son más que unos charlatanes de feria. La verdad es que la Filosofía, hoy por hoy, no sirve absolutamente para nada. Fue desplazada por otras disciplinas que son más relevantes para discutir los problemas de las sociedad actuales, como la Sociología y la Sicología. Actualmente la Filosofía no deja de ser un conocimiento inútil que está a la altura de cualquier religión. No vengas acá a dar cátedra, y no seas tan arrogante (o estúpido si preferís) de asumir lo que saben o dejan de saber los demás. Quién te creés que sos para decidir que argumentos podemos usar y cuáles no? Tu único mérito es reverenciar a alguien porque ganó un premio internacional por decir cuatro obviedades. Por favor, seamos serios.

EmilioMarMura dijo...

Con la cabaza en un artículo que no termino más, hago un recreo en Cursos y, lejos de descansar, me veo obligado a unas torpes aclaraciones.

1) Primer error: esperar mucho de mí. No es la columna indicada, no soy el tipo del que se pueda esperar. No sé quién lo pide, pero le ahorro el trabajo de aguardar aportes brillantes. Tampoco espere más respuestas que ésta.

2) Ya explicó Daniela lo de Magister dixit. Aún así defiendo el nombre, ya que es el que surgió en acuerdo (si, sus votos valen doble... es lógico).

3) Asumo con vergüenza que sé desde hace muy poco de la vida de Carlos Pereda, aún cuando su hermana fue maestra mía en la escuela.
Este verano, en una cena, un amigo me comentó que su padre le había hablado de un compañero de escuela que "fue profesor en La Sorbonne", que ganó un premio internacional de la UNAM, y al que le habían dedicado esa mañana una tertulia de los viernes en El Espectador.
Supe algunos datos más: que se licenció en Filosofía y Ciencias de la Educación, que ganó un premio de la UNESCO por ser la mejor tesis de licenciatura otorgado por la Universidad de Nanterre. Que en el 74 se doctoró en Constanza, donde estudió becado por el gobierno alemán, cursando allí doctorado y maestría. Después de eso supe que es una suerte de eminencia en México, y que realizó posdoctorados en universidades de Inglaterra, Estados Unidos, España y Alemania, además de que lo distinguieron varias veces, como por ejemplo con la Cátedra José Gaos en la Universidad Complutense.

Es casi lo único que sé de él, por lo cual no me veía en condiciones de afirmar que le queda grande el sayo de filósofo, ni me importaba razonarlo.

4) Las objeciones no hicieron otra cosa que confirmarme la teoría. Supongo que eso quiso decir Pedro. Me parece que de un modo u otro nos sucede a todos: alimentamos nuestros argumentos con denigraciones de quien no va en el mismo camino con su razonamiento. No arrebatiendo sus afirmaciones, sino pegándole al sujeto. Un buen ejemplo de esto es lo que pasó en la 'discusión' que se dio en los comentarios de este blog sobre el cruce Jelen-Pereyra-Klein en La Diaria.

Una semana antes de leer la entrevista, hablaba con un conocido acerca de la indisposición, en las 'discusiones' o 'debates', de incorporar o procesar el razonamiento del contertulio. ¿Quién lo hace?. "Mientras el otro habla, si bien escuchamos un poco, ya estamos armando una explicación de qué vamos a decir a continuación", me decía.
Pero, reitero, se me ocurre que es algo que nos pasa a todos.

Emilio

Roberto Contreras dijo...

mea culpa

Anónimo dijo...

El ultimo punto de Emilio es brillante. Es la causa, de varios males. Pero bueno, son cuestiones..filosoficas vio...(un poquito mas amplias, que la actual psicologia y sociologia)...
:)

Aníbal Corti dijo...

Maru: no, no estoy muy equivocado. Descuento que leíste cuatrocientos caracteres de la entrevista a Pereda porque esa es más o menos la extensión del recuadro que Emilio puso en este blog y asumo que habrás leído aunque sea eso antes de comentar. También descuento que no leíste nada más de la obra del tipo por las bobadas que decís sobre su pensamiento. Lo que no entiendo es cómo diablos hiciste para elaborar una “crítica” a Pereda (seria, supongo, ya que tenés la desvergüenza de reclamar seriedad) en esas condiciones. Igual, no me lo cuentes. Es verdad que no sé nada de vos y quiero que siga siendo así.

Anónimo dijo...

Aníbal, si vos necesitás leer la obra del tipo para entender "su pensamiento", está todo dicho. Tal vez no estés enterado que algunos tenemos más elementos que vos y por eso no necesitamos leer tanto. Seguramente vos también te ganás la vida escribiendo boludeces.

Emilio, tal vez vos te sientas intimidado por tanto título y premio internacional, pero eso de ninguna manera legitima sus ideas.

Aníbal Corti dijo...

Maru: ya me hice una idea de tus “elementos” de juicio leyendo tus deplorables comentarios. Yo que vos me bajaría del caballo al que estás subida, agarraría un libro y arrancaría a estudiar. (Ni te molestes en contestarme que no me vas a dar pelota, lo doy por descontado.)

Daniela Couto dijo...

Bien. Aprovecho para intervenir y cortar por acá lo que promete convertirse en un ping-pong carente de sentido. Después no digan que no avisé.

Anónimo dijo...

Como vos digas, Daniela. Pero no quiero dejar de decirte que es una verdadera lástima que cortes todo una vez que viene un personaje encumbrado como Aníbal a darnos una clase magistral.

Un último comentario para el profe. Los libros me dan alergia, Aníbal.

Aníbal Corti dijo...

No te preocupes, Maru, que no sólo no vine a dar una clase magistral, sino que hace rato que ya me arrepentí de todas y cada una de las palabras que escribí acá. Podés estar segura de que no te vas a cruzar conmigo nunca más, ni en este blog ni en ninguna otra parte.

Anónimo dijo...

Recién veo en este blog el fragmento de Pereda, y me siento tentada a aportar lo que dice Marta Lamas en "Feminismos: desacuerdos y argumentaciones" sobre texto de Pereda, aunque peque de redundante con el texto pùblicado. Es un tema apasionante (para mí) y aprovecho el espacio.

Marta dice que gran parte del conflicto de la arrogancia está centrado en la dificultad de reconocimiento del otro, siendo ésta una estrategia que comparte dos inculturas: la académica y antiacadémica. Pereda caracteriza la arrogancia como un mecanismo para separarse, separar y defender jerarquías que se consideraran indiscutibles. Como expresión del pensamiento cerrado, como desprecio por la razón de los otros, la arrogancia conduce al prejuicio.

"La o el arrogante se considera demasiado por encima de quienes lo cuestonan para vacilar y ponerse a discutir, a dar razones, a ofrecer argumentos" (Monsivais). Como resultado, "de esta manera NO SE ACEPTAN MÁS QUE CÓMPLICES".

En otro espacio tal vez podamos seguir con esto en relación al movimiento feminista o como se llame.

Saludos,
Elsa Duhagon

Anónimo dijo...

Qué apasionante! Para mi la folosofía no está de más: no sirve para nada práctico (x eso los über-materialistas del sXXI la detestan:todo tiene que tener un fin pragmático)pero sirve para pensar. Es un ejercicio de la mente, como gimnasia para el cuerpo, que puede dar buenos resultados al tener que aplicar esa mente ejercitada en alguna situación de la vida. Es como decir que la literatura no existe porque no tiene fines prácticos. Y ese es el problema de este siglo creo yo, nada que no sea palpable y que de beneficios sirve de nada, eso es peligroso y nos lleva a lo que es la civilización hoy. PD: Sé que escribo muy desarticuladamente, leo mucho pero no escribo tanto.