Escrito el domingo 10 de noviembre
Hace escasos minutos acaban de terminar las elecciones en Nueva Zelandia. Entre las anécdotas graciosas del evento estuvo la presencia del Partido por la legalización de la marihuana que, lamentablemente para muchos, no consiguió ningún asiento en el Parlamento. De todas formas sus miembros no se estaban estresando por el tema.
La anécdota más notable es que hoy, Nueva Zelandia dio -una vez más-, auténticas clases magistrales de democracia al mundo.
La elección estuvo marcada por tres debates entre los candidatos, donde a veces, la confrontación fue un tanto desprolija pero, en líneas generales, respetuosa. Las diferencias en políticas públicas fueron marcadas por los candidatos principales y el nivel de confrontación fue relativamente bajo. Por supuesto que todos querían ganar, pero los insultos personales brillaron por su ausencia.
En Nueva Zelandia el voto no es obligatorio, pero sí es necesario registrarse en caso de querer hacerlo. Posiblemente, esta elección haya alcanzado uno de los máximos históricos del país: tanto en materia de registro (95% de los habilitados) como de votación. La gente participa porque así lo desea, no por coerción.
La elección dio como resultado la victoria del National Party (Partido Nacional) con John Key a la cabeza. Key, un político conservador, deberá encontrar socios para gobernar, a pesar de tener un amplio respaldo del electorado. En su defensa, y con una clara estrategia para ganar, Key ha moderado su discurso y ha perdido bastante de conservador, renegando de muchas antiguas propuestas. Otro de los ganadores en esta elección fue el Partido Verde, que ha acrecentado su número de representantes en el Parlamento. Los defensores del ambiente tienen presencia electoral en Nueva Zelandia desde hace largo tiempo.
El momento más emotivo fue el “concession speech” de Helen Clark, quien hoy deja de ser Primera Ministra de Nueva Zelandia. La mujer que ha timoneado este país en los últimos nueve años, buscaba su cuarto mandato. El electorado ha decidido no dárselo y ella lo ha tomado de la mejor manera. Rodeada de sus padres y familia, Helen reconoció la derrota. Deseó la mejor de las suertes a su adversario político y asumió total responsabilidad por haber perdido la elección. Y finalmente hizo la movida que yo esperaba recién en unos meses: anunció su retiro. Dijo que el Partido comienza a recobrarse desde hoy, cuando 12 jóvenes nuevos representantes se incorporan al Parlamento. Con orgullo, dijo que esas ideas nuevas son las bases del futuro Laborismo y que deben emerger nuevos líderes. Una aplomada Clark dijo: “El Partido Laborista, la izquierda, tiene 92 años en Nueva Zelandia y no va a desaparecer”. Un nuevo lider deberá ser elegido cerca de Navidad.
Un extremadamente alegre John Key respondió el discurso de Clark en forma más que elegante. Por supuesto que hubo agradecimientos y el discurso fue claramente conciliador e inclusivo. Aunque sus seguidores casi lo abuchean, Key los llamó a silencio cuando agradeció a la Primera Ministra, a quien llamó por su nombre de pila. El agradecimiento no fue sólo por la elección, sino por su trabajo durante los últimos 9 años, reconociendo el rol que Helen Clark había asumido en temas internacionales y nacionales. Rodeado de su familia, Key anunció que se encuentra pronto para formar un nuevo gobierno y que comenzará las negociaciones con otros partidos la semana que viene.
Mientras escribo esto, en el apuro del momento, varias cosas me vienen a la cabeza sobre las mentadas diferencias entre Uruguay y Nueva Zelandia. Campañas políticas relativamente cortas y limpias, la no polarización de las ideas, respeto y reconocimiento por el adversario, grandeza para reconocer la derrota y pensar en el futuro de un Partido, promoción de nuevos liderazgos: muy parecido al Uruguay que me encontraré a fin de año...
12 noviembre 2008
Diferencias que importan
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4 comentarios:
El artículo de primera.
"De todas formas sus miembros no se estaban estresando por el tema".
Muy bueno... jejeje.
si por estos lares se les ocurriese el voto no obligatorio y trasca(?) tramitar para realizarlo, no votaria ni el 20 % del padron...
Por dios!!!
De qué estamos hablando!!!??
Una MUJER (1), siente que YA CUMPLIÓ SU CICLO en la actividad político partidaria (2), y sus padres ún viven (3).... no... son demasiadas cosas juntas.
Ya vamos a mandar más uruguayos para ahí para que sepan cómo es que se labura en estas cosas!!!
emm
PD: debo admitir que los intercambios de flores no es algo que siempre me dé muy buenas señales. Pero ya es otro asunto.
Tan conectados \' chas gracias. La verdad que tenes que ver los avisos en Tv de los tipos...
Dha es una buena duda que yo siempre tuve, saliendo del discurso si
emiliomaura Realmente lo hubiera escrito como vos lo acabas de poner. Esto, es...asi. Los intercambios de flores son parte de la galanteria local, que mantiene las formas. Y realmente, aunque sea a un nivel muy llano, hace bien para evitar esa animosidad tan tipica nuestra (que no da). El nivel de politizacion local, es ciertamente, mas bajo tambien.
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