Dolores de crecimiento

A esta altura del partido, nadie puede discutir que en Uruguay, Internet es un medio que superó a los impresos y que tarde o temprano igualará a la TV y la radio. A pesar de eso, no todos los medios tradicionales han logrado adaptarse exitosamente a las posibilidades que brinda.

Hace un buen tiempo, en el primer artículo que escribí para Cursos Para/lelos, intenté analizar algunas de las "costumbres" que los "viejos medios" mantenían en sus sitios digitales. Hoy voy a intentar cambiar el enfoque de ese mismo tema y preguntar ¿qué nos estamos perdiendo?


Prensa
A pesar de contar con sitios web hace ya unos cuantos años, la mayoría de la prensa escrita hace en ellos básicamente el mismo trabajo que para la versión en papel. Si bien incorporaron algunas innovaciones como los comentarios y los artículos relacionados, siguen manteniendo las restricciones propias de un medio impreso.

La extensión de los artículos -tan limitante en papel- no es un problema en la web. Sin embargo se usan las mismas versiones de las notas tal cual salen en el diario. Lo mismo pasa con las imágenes: mientras portales como 180 y Montevideo Comm (ambos independientes de medios impresos) suelen usar galerías de imágenes, los diarios se limitan a una y sólo en los casos en los que la edición en papel también la incluya, a pesar de que usan la misma tecnología.

En la misma línea, todavía queda mucho camino por recorrer en lo que refiere a sacarle jugo a los canales RSS y los Podcast. Desde búsquedas o alertas personalizadas por RSS que avisan cada vez que se publica determinada palabra o nombre, hasta Podcasts que podrían ayudar a los diarios a competir con la radio y la televisión. Por ejemplo, El País cuenta con una versión en audio de su edición diaria y también con lecturas de sus fascículos coleccionables, que fácilmente podrían convertirse en un Podcast.

Otro ejemplo concreto son las infografías. El diario El País de España es un excelente ejemplo de lo mucho que puede hacerse con las infografías en Internet (véanlo en su sección gráficos). Por estos lares es claro que no hay tantos recursos, pero temas como el IRPF, el Plan Ceibal o la crisis financiera de Estados Unidos bien podrían haber merecido una atención especial.

Siguiendo esa línea de razonamiento, no se ha logrado en Uruguay vincular la edición escrita y la digital. A pesar de que la circulación es una de las mayores preocupaciones de los diarios, nada se ha hecho para que quien compra el diario acceda a más información en Internet, como forma de justificar parcialmente el gasto.
 En el resto de la prensa mundial, esto también es un problema, pero se han encontrado algunas soluciones para crear "hipervínculos" en el papel como los códigos QR, que son una forma de llevar del impreso a la web, a través del celular.

TV
Recién en 2008 el canal 10 lanzó un sitio web digno, donde hay una cantidad de material aceptable y algunas innovaciones (hablo de eso extensamente acá, por si alguien quiere profundizar). Pero más allá de las novedades de Adinet TV y lo que hemos escuchado recientemente sobre IPTV, los sitios de los canales dejan mucho que desear.

Igual que en el caso de la prensa, Internet permite trascender los límites de la transmisión: ampliar informes, complementar con documentos para descargar, mostrar extras (como en los DVD) y otros tantos etcéteras. Nada de eso se hace.

El terreno es realmente fértil: la TV es un monumental generador de contenido y los cambios que se están dando continuarán evolucionando. Sin embargo, se desaprovecha enormemente el potencial interactivo que ofrece Internet aunque sí se explotan las posibilidades de los SMS: el envío de mensajes a los programas, la participación en votaciones o sorteos e incluso el telechat aprovechan al celular como herramienta para interactuar (y ganar plata, claro está).

Mientras tanto, brillan por su ausencia los sitios que permitan interactuar con los programas en vivo. Tampoco hay un solo sitio (o minisitio o sección) dedicado a programas y se desaprovecha el potencial viral de muchísimos recursos de la web.

Las transmisiones en línea de buena calidad -que hoy podrían ser mejores que la TV de aire- están en el debe, desperdiciando todas las posibilidades de publicidad en línea. En este campo, la esperanza es la TV Digital Terrestre, que esperemos incorpore definitivamente la posibilidad de usar una tecnología que trascienda el televisor y llegue a la web.

Radio
A pesar de haber adoptado rápidamente la transmisión vía Internet, las radios uruguayas no han vuelto a tocar ese aspecto en estos últimos años. A través de las estadísticas de visitas de la sección "Radios en línea" de Tanconectados.com, pude comprobar la enorme demanda que tiene la radio en línea. El problema es que -exceptuando los casos en los que se cobra suscripción- la calidad es paupérrima.

Todas las radios podrían sonar en nuestras casas con calidad digital, lo que constituiría una gran ventaja para las transmisoras AM en particular. Al igual que la televisión, podrían poner una pauta diferenciada (y cobrarla aparte) que cubriría perfectamente los costos de esa transmisión.

En materia de innovación radial, la única emisora que puede considerarse una excepción es El Espectador. Desde la implementación de su sitio web, además de haber logrado una cuota de interacción interesante, han sabido franquear los límites físicos de la radio añadiendo valores agregados como fotos, videos o documentos. Eso no sólo ha dado sus frutos, sino que ha permitido que el portal de una radio compita con los diarios tradicionales como fuente de noticias.
Pero es un caso único: el resto de las radios ha hecho muy poco para trascender el audio en el éter y llegar a su público a través de nuevos canales.

Al igual que en la televisión, la interactividad radial también es prácticamente nula, con la honrosa excepción de los SMS o el correo electrónico, insumos indispensables para los programas actuales.

Finalmente, tal vez la mayor muestra de desinterés sea que en un país repleto de radios -y con una muy rica historia en la materia-, nadie mencione la más remota posibilidad de comenzar a transmitir en digital, como se viene haciendo con la TV.