La nota salió en El Observador el martes 8 y terminó de convencerme de que nuestra seguridad ciudadana está en manos de unos cuantos ineptos, entre ellos el jefe de Policía, Ricardo Bernal y José Díaz, ministro del Interior. "No es normal que un policía use una pistola plateada, pero algunas las hay", dijo Bernal, como quien dice que no cree en brujas, pero que "las hay, las hay". No hay denuncias de disparos, entonces los policías no dispararon: tal parece ser la brillante conclusión del jefe de Policía. Idem para José Díaz. Ahora, lo mejor es la declaración del juez actuante, Fernández Lecchini, que argumenta que hasta ayer (por el lunes) desconocía la existencia de la foto. Sr. Juez, no tengo idea de cómo se informa, si es que lo hace, pero si no vio la foto, tengo que pensar que usted vive lejos de cualquier fuente de contaminación informativa. Tratándose del cargo que ostenta, el hecho preocupa un poco. Es difícil creer que no haya visto la fotografía en cuestión o que ninguno de sus allegados, laborales o familiares, se la haya mostrado. La foto en cuestión (reproducida acá abajo) salió publicada en al menos 3 diarios de circulación nacional el sábado 5 de noviembre. El Observador la sacó en tapa, El País la reprodujo en página 4 a tres columnas y Últimas Noticias la puso en página 3, también a 3 columnas. En fin.
A pesar de mis escasos conocimientos armamentísticos, juraría que esa pistola está martillada, señal inequívoca de que fue (o está siendo) disparada.
Foto: Matilde Campodónico (AP)
2 comentarios:
A mi me da la impresión de que el tipo está gesticulando, de pronto a otro agente. Sospecho por la posición del índice, que no está en el gatillo sino en lo que se denomina el ojal de la pistola. Esa es mi lectura de la imagen como fotógrafo.
Lo que vos decís del cañón de retroceso, no hay duda de que, o el tipo andaba con el arma descargada, o la descargó ahí. En todo caso, es más relevante que el fanatismo del agente por las armas plateadas.
Publicar un comentario