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28 abril 2006

Doble lectura

Infobae.com 28.04.06

En su edición de hoy, Infobae publica una nota acerca de los elogios de la prensa norteamericana al gobierno de Néstor Kirchner. El "elogio" fue publicado en el Washington Post, en una columna escrita por la periodista colombiana Marcela Sánchez, que lógicamente nunca fue citada. En un ejercicio chauvinista rayano a la asquerosidad, Infobae dice lo siguiente:

El prestigioso diario estadounidense Washington Post elogió hoy en una de sus notas las políticas implementadas por el gobierno de Néstor Kirchner para salir de la crisis que azotó al país en 2001 y lo llevó, según indicó el matutino, a "extremos de pobreza y desempleo comparables con la Gran Depresión de Estados Unidos".

En primer lugar, el periódico norteamericano destacó que el colapso de Argentina llevó al incumplimiento del pago de "la deuda más grande de la historia", pero subrayó: "A comienzos de este año el país sudamericano canceló el total de sus obligaciones con el FMI por 9.600 millones de dólares". El diario destacó que la semana pasada el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) actualizaron sus pronósticos respecto al crecimiento económico para Argentina en 2006 a 7.3 y 7.5 por ciento respectivamente, "las tasas más altas de la región". Además, añadió que el mes pasado Argentina emitió sus primeros bonos de inversión en el mercado internacional desde el 2001 y Standard & Poor's elevó la calificación de crédito argentino por segunda vez en un año.

Una columna de opinión firmada por una ignota periodista colombiana NO refleja necesariamente la línea de pensamiento del Washington Post o de cualquier medio de integrante de " la prensa norteamericana". Para que comparen, acá va la nota de Marcela Sánchez, en la que no todos son elogios, pero cada uno lo ve desde la vereda que más le gusta.

Argentina emergente

Enfoque proteccionista argentino ¿clave para su "milagrosa" recuperación?

Por Marcela Sanchez

Hace cinco años la economía argentina se desplomó, llevando al país a extremos de pobreza y desempleo comparables con la Gran Depresión de Estados Unidos. Si bien tomó por lo menos una década y una guerra mundial para que Estados Unidos se recobrara, Argentina está ahora en recuperación y se espera que tenga el mejor desempeño económico en América Latina este año.

La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe actualizaron sus pronósticos económicos para Argentina en el 2006 a 7.3 y 7.5 por ciento respectivamente, las tasas más altas de la región -- apenas cuatro años después de que el país viera caer su producto interno bruto a -10.9 por ciento. El colapso de Argentina llevó al incumplimiento del pago de deuda más grande de la historia, pero a comienzos de este año el país sudamericano canceló el total de sus obligaciones con el FMI -- $9.600 millones de dólares.

La recuperación de Argentina no es un milagro, ni siquiera un modelo que merezca repetirse, afirman funcionarios argentinos. Si mucho, agregan, es una solución argentina a un problema argentino.

"Tuvimos nuestra propia receta", dijo el Presidente Néstor Kirchner la semana pasada, verbalmente demostrando su desprecio a aquellos organismos internacionales, como el FMI, cuyas prescripciones ha rechazado. "Si hubiéramos hecho caso ... al Fondo y a todos los demás" agregó, "sabemos como nos hubiera ido a los argentinos".

Para contrarrestar lo que José Octavio Bordón, embajador argentino en los Estados Unidos, calificó como la "apertura indiscriminada" del pasado, Kirchner ha adoptado medidas proteccionistas tales como cuotas o tarifas a las importaciones para revitalizar su industria local. Incluso productos provenientes de Brasil, su vecino y compañero en el bloque económico de MERCOSUR, reciben gravámenes. Aunque el convencionalismo reinante sugiere que medidas proteccionistas convierten a las industrias locales en perezosas y poco competitivas, Argentina está ahora exportando más que nunca.

El gobierno de Kirchner también ha dado pasos para reestablecer el control estatal de compañías privatizadas durante los 90 tales como una empresa de agua francesa y una línea ferroviaria argentina de pasajeros. Los críticos estiman que estos esfuerzos son un caso de amnesia colectiva, en la medida en que Argentina parece haber olvidado que muchas empresas de servicios estatales fueron un total fracaso. Pero esta vez el gobierno parece ser un mejor administrador y ha logrado ya, por ejemplo, generar ganancias en el servicio postal que nacionalizó en el 2003.

Proteccionismo y nacionalización, combinados con controles de precios, el congelamiento de tarifas de servicios públicos y una historia reciente de incumplimiento de préstamos pareciera hacer de Argentina un destino muy poco atractivo para inversionistas nacionales y extranjeros. Aún así, desde la crisis la inversión se ha más que duplicado a un 24 por ciento del PIB y subió de $29.000 millones en el 2004 a $41.000 millones en el 2005. También el mes pasado Argentina emitió sus primeros bonos de inversión en el mercado internacional desde el 2001 y Standard & Poor's elevó la calificación de crédito argentino por segunda vez en un año.

En el proceso de renegociación de su deuda con prestamistas privados -- un hito que redujo los pagos de interés de un 8 por ciento del PIB a un 2 por ciento -- Argentina pudo haber creado un "instrumento revolucionario", como lo llamó la semana pasada el diario Financial Times, que conecta los pagos de préstamos al desempeño económico del país.

Tras establecer una tasa de pagos base, Argentina promete aumentar los desembolsos en la medida que la tasa de crecimiento del país mejore y pagar menos si empeora. Estas garantías con base en el PIB ofrecen al menos dos ventajas significativas, según Walter Molano, un analista de mercados emergentes de BCP Securities. Primero, le da a los inversionistas una razón para querer "asegurar que Argentina crezca lo más posible". Segundo, reduce el papel de los prestamistas multilaterales tales como el FMI y el Banco Mundial, que también dejaron desilusionados a muchos tenedores de bonos.

Por ahora, tanto funcionarios argentinos como economistas en Washington coinciden en que hay un largo camino por delante antes de cantar victoria. La inflación es una gran amenaza y la tasa de la pobreza todavía está en el 34 por ciento, aunque descendió del 57 por ciento de hace solo cuatro años. En términos de distribución de la riqueza, que muchos analistas ven como la principal meta de Kirchner, sus medidas están fallando. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el segmento más rico de la población está aumentado sus ingresos a tasas mucho más rápidas en el segmento más pobre.

No hace mucho Argentina era el modelo de Washington para la necesaria aplicación de reformas de mercado. Ahora parece que rechazar rotundamente algunas de esas políticas se ha hecho clave para la recuperación argentina. Puede que algún día se compruebe que los escépticos tanto aquí como en el resto del hemisferio tenían razón de serlo. Pero cualquier consejo nuevo que los pensadores de Washington puedan ofrecer ciertamente será tomado con cautela en el país austral. Por ahora el enfoque proteccionista de Argentina -- y su rebelión contra el FMI -- parecen estar logrando avances donde otros modelos no lo hicieron.

Gracias, Ace

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Casualmente Infobae fue el diario que más contribuyó a que Kirchner no llegara a la presidencia. Hoy, a excepción de La Nación, están todos alineados con gobierno.

Anónimo dijo...

También hay que escuchar la otra campana. Muchos opinan que están poniendo parches para aguantar la inflación. La economia aguanta por los impuestos a la soja. Los acuerdos de precios no van a dar resultado más que a corto plazo. Pero igual ya se vislumbra el final con una crisis como la del 2001 y antes de lo que se cree.

Anónimo dijo...

juan, no es que entienda mucho... pero me da la impresión que estás simplificando un poco: la economía aguanta por los impuestos a la soja... sólo por eso??? los acuerdos de precios no van a dar resultado más que a corto plazo... por qué no??? Y por último, consultaste al oráculo de delfos que ya sabés que va a haber crisis y ahora nomás???

Anónimo dijo...

Digo yo...¿es que nadie tiene memoria? ¿O es que extrañan tanto Miami, Cancún y poder cambiar el auto todos los años que prefieren hacerse los boludos y mirar para otro lado?

Anónimo dijo...

Por cierto aquelarre, no es sólo la soja, pero ayuda. El gobierno promueve el monocultivo porque le sirve para recaudar impuestos. Lo otro son los acuerdos de precio. El problema es que el costo por fijar los precios lo están pagando los productores, los comerciantes, etc. que están trabajando a pérdida, y esto termina siendo insostenible en el tiempo. La idea del gobierno es aguantar la inflación de esta manera hasta las elecciones de 2007. Si llegan hasta esa fecha, cosa que muchos dudan, tarde o temprano va a terminar explotando con consecuencias desastrosas sobre la producción y el empleo. El modelo económico es una basura, más allá de que hoy lo estén vendiendo como la gran cosa con un propósito electoral.

argentina, tenes razon en recordar los errores de la época menemista, pero eso no quiere decir que haya que firmar un cheque en blanco a Kirchner. Más allá de algunos aciertos, tiene grandes problemas. La política económica debe adaptarse y eso no lo supo hacer Menem a partir del 95 y no lo está haciendo Kirchner. Hasta ahora sus aciertos se debieron a una situación internacional favorable para los productos primarios, en especial la soja, que generó crecimiento económico. Pero no hubo una redistribución muy significativa de esos mayores ingresos. Y, peor aún, fijate lo que está pasando ahora que lo describe tan bien la periodista del WP. Es muy grave que aumente la brecha de ingresos. Por cierto, le faltó decir que no hay crédito, que el escaso crédito que hay es muy caro, que las clases medias no pueden acceder. Nunca se recuperó después de la devaluación. Es evidente que no existe un plan económico más allá de las elecciones. Y otro de los grandes problemas hoy es la política internacional. Es un papelón atrás de otro, porque el hombre tiene esa personalidad y no es sólo compadrito con Tabaré. No hay que confundir. Criticar a Kirchner no quiere decir apoyar a Menem, como tampoco criticar a Tabaré quiere decir apoyar a Batlle, Lacalle, Sanguinetti, etc..

Anónimo dijo...

juan, estoy de acuerdo en que el tema es complejo y evidentemente no hay que pensarlo como si fuera un partido de futbol. Como decis vos, no se resuelve con elegir entre estar con Menem o con Kirchner. Por eso, argentina (la usuaria) no es solo ir a Cancún o Miami, o cambiar el auto todos los años, como te enterás si sólo miras programas de chimentos. Hay varias cosas más. Los servicios en Argentina (el país) son mejores y más baratos que en Uruguay. El acceso a internet, la rapidez para navegar, no tiene comparación, y todo a menores precios. Y eso es porque la venta de las empresas públicas permitió invertir en tecnologías más modernas y de menores costos, además de echar a un montón de parásitos inútiles. En eso no hay punto de comparación. Argentina es el primer mundo (con las diferencias del caso) y Uruguay es tierra de subdesarrollo y atraso. En Uruguay estamos pagando por un servicio de mierda, que es caro, y encima para pagarle el sueldo y mantener a un montón de tipos que no sirven para nada y que entraron por clientelismo (y que no metió este gobierno). Y ahora con el pacto que tiene Tabaré con los sindicatos olvidate de que cambie por mucho tiempo.

Anónimo dijo...

Indudablemente con Menem todo estaba mejor...

Anónimo dijo...

Si. Que vuelva el Carlos Saúl, así me puedo comprar todos los electrodomésticos que tuve que empeñar en el 2001.

Anónimo dijo...

Yo prefiero seguir con Kirchner. Ya me acostumbré a vivir como un monje tibetano.

Anónimo dijo...

hay que votar? Kirchner obvio. El fascismo tiene un no se que, un que se yo...