La historia arrancó cuando se encontró un feto de 6 meses cerca del cementerio del Norte. En una investigación digna de CSI, se revisó la bolsa en la que estaba metido y hallaron unos recibos de compra con el nombre de un señor y una dirección. Así, llegaron hasta una pensión del Parque Rodó, donde empezaron a preguntar y nadie levantó la perdiz. La policía le dice al juez que ahí nadie quiere hablar y el honorable magistrado dispone la revisación médica forense de cada una de las mujeres habitantes del inquilinato.
Juez cuyo nombre desconozco: si este fuera un país medianamente en serio, tendrías 19 demandas legales por violación de intimidad. Tarado.
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