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27 junio 2006

De las paradojas de la vida

Un tipo se sube a un bondi y le encaja 6 tiros al chofer. Los geniales integrantes de las gremiales de transporte deciden hacer paro, lógicamente. Por la inseguridad, porque estonopuedeseguirasí, quenosafanenacadarato. Clavan a medio Montevideo en las paradas y después se enteran que lo mataron porque se lustraba a la mujer del otro. Pero no importa, siguen el paro. Encuentran al asesino, que inmediatamente se declara culpable. Lo llevan al juzgado. Declara ante el juez que, a pesar de la confesión, no puede dictar sentencia porque faltaban varios testigos del hecho. Los mismos testigos que no pudieron llegar por culpa del paro de transporte.
No puedo parar de reírme, perdón.

9 comentarios:

Kily dijo...

Tanto da cuántos tiros sean, nos dejaron a todos a pata porque el tipo se cepillaba a la mujer de otro. Pobrecitos los compañeros trabajadores del transporte. Los otros trabajadores que se jodan. Váyanse a cagar.

Kily dijo...

Está bien, sólo que a veces mi indignación puede más que mi escasa capacidad perceptiva.

Elso R. Azul dijo...

Dos tiros le erraron e impactaron en el cráneo de un conocido dirigente gremial del transporte. No hubo secuelas perceptibles.

Daniela Couto dijo...

Nona, en serio que le extrañaba los comentarios.

benito dijo...

evidentemente tu poder de síntesis es mejor que el mío

Daniela Couto dijo...

suerte que lo dijiste vos

Daniela Couto dijo...

Es hora de que les confiese un aspecto de mi personalidad que me complica permanentemente la vida:
cuando hablo irónicamente, la gente me toma en serio. Cuando hablo en serio, piensan que estoy siendo irónica. Triste destino el mío. Era en serio nona, usted tómelo como prefiera.

Cacho_vela_crush dijo...

viaje duro este que vamos con tantos idos y vueltas, haciendonos al oficio del ausencia

Daniela Couto dijo...

No creo que sea una característica odiosa. Molesta a veces, pero odiosa jamás. Podés comentar nomás, pero para eso no necesitabas mi permiso.