Estimado diputado Víctor Semproni:
Motiva esta carta el hecho de hacerle saber que, según mi modesta opinión, usted es un verdadero imbécil. Sólo el hecho de poseer una capacidad de razonamiento semejante a la de una ameba puede justificar sus recientes manifestaciones acerca de la no renovación de la licencia a RCTV en Venezuela. Podría cuestionar su público respaldo a la decisión de Hugo Chávez pero lo que me preocupa en mayor medida es que un representante nacional declare abiertamente, pretendiendo hacerlo pasar como un chiste, que "habría que proponer clausurar algunas televisoras de acá también". Sinceramente, no sé qué me indigna más: que un diputado haga (malos) chistes sobre hipotéticas clausuras de medios nacionales o que usted sea tan pero tan idiota como para mencionar la palabra "clausura", término que se han emperrado en no dejar salir de su boca todos aquellos que defienden la medida del demente venezolano. Como si su acto fallido no bastara, encima se da el lujo de opinar que el gobierno debería empezar "a poner condiciones a las televisoras uruguayas (...), porque el elemento fundamental generador de violencia de la sociedad parte de lo que se pasa en los televisores". Disculpe si la memoria me falla, ¿pero no fue usted el sicópata que pretendió reinstaurar la instrucción militar, aduciendo que "todos los ciudadanos tienen la obligación de saber empuñar las armas"? Hablando en serio, Semproni, ¿de verdad cree que una persona que basó su argumentación en la necesidad de preparar a la población para la defensa del país en caso de guerra, tiene el mínimo derecho a cuestionar el contenido violento que emita un canal de televisión? Cállese la boca, háganos el favor.
Motiva esta carta el hecho de hacerle saber que, según mi modesta opinión, usted es un verdadero imbécil. Sólo el hecho de poseer una capacidad de razonamiento semejante a la de una ameba puede justificar sus recientes manifestaciones acerca de la no renovación de la licencia a RCTV en Venezuela. Podría cuestionar su público respaldo a la decisión de Hugo Chávez pero lo que me preocupa en mayor medida es que un representante nacional declare abiertamente, pretendiendo hacerlo pasar como un chiste, que "habría que proponer clausurar algunas televisoras de acá también". Sinceramente, no sé qué me indigna más: que un diputado haga (malos) chistes sobre hipotéticas clausuras de medios nacionales o que usted sea tan pero tan idiota como para mencionar la palabra "clausura", término que se han emperrado en no dejar salir de su boca todos aquellos que defienden la medida del demente venezolano. Como si su acto fallido no bastara, encima se da el lujo de opinar que el gobierno debería empezar "a poner condiciones a las televisoras uruguayas (...), porque el elemento fundamental generador de violencia de la sociedad parte de lo que se pasa en los televisores". Disculpe si la memoria me falla, ¿pero no fue usted el sicópata que pretendió reinstaurar la instrucción militar, aduciendo que "todos los ciudadanos tienen la obligación de saber empuñar las armas"? Hablando en serio, Semproni, ¿de verdad cree que una persona que basó su argumentación en la necesidad de preparar a la población para la defensa del país en caso de guerra, tiene el mínimo derecho a cuestionar el contenido violento que emita un canal de televisión? Cállese la boca, háganos el favor.
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