Alegato

Honorables miembros del jurado: Carina Perelli es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Ha sido acusada de acoso sexual por parte de funcionarios a su cargo y no vamos a ponernos necios y negar que cualquier acosado por parte de esta señora tiene los plenos derechos de ir corriendo a denunciarla. Pero yo quisiera ir más allá. Quiero que la miren atenta y detalladamente y tengan en cuenta que Perelli es el prototipo clásico de funcionaria pública uruguaya. Esa que lo atiende con su peor cara de tuje, que dedica media tarde a tomar mate y comer bizcochos y que hará todo lo que esté a su alcance para que su trámite demore el mayor tiempo posible. Nuestra defensa se basa en la inocencia de Perelli dado que la verdadera culpable de todo esto no es ella, sino la idiosincracia uruguaya. Perelli es solamente una consecuencia de años de desidia, ingresos irrestrictos en la administración pública y sobre todo, de la falta de controles y sanciones correspondientes. ¿Quién de ustedes no ha sufrido la burocracia en toda su magnitud? ¿Quién no ha despotricado incesantemente cada vez que debe concurrir a una oficina estatal? Compréndanla, es sólo es una víctima. Solo así se explica que haya sido acusada de todo lo siguiente:

1) Un gestionamiento "abusivo y despreciativo" de la división a su cargo
2) La creación de un ámbito laboral "ofensivo" que ha ocasionado "malestar emocional" en sus empleados
3) La exigencia a sus secretarias y funcionarios de la realización de "recados de orden personal"
4) Favoritismos y promoción de empleados que no estaban calificados para los cargos que se les ofrecían
5) La realización de constantes bromas y referencias de índole sexual

Y aun a sabiendas de cómo funciona el aparato administrativo estatal uruguayo, los burros de la ONU van y la ponen como directora de la División de Asistencia Electoral, un área que a las claras, da para cualquier curro. En definitiva, que la ONU viene a ser como la OSE, prácticamente.