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28 marzo 2007

Pura Pose

(Spin-off de este otro post, cortesía de lalorubio)

La edición de ayer de la diaria abrió con una nota acerca de la desaparición de Leticia Urrutia, ocurrida casi cuatro años atrás en la ciudad de Minas (Lavalleja). La razón por la cual una noticia que, a priori, debería ir a parar a policiales o sociedad termina ocupando una página y media en la sección de política, no parece ser resultado de un ataque caprichoso del redactor ni un delirio de su editor. La noticia involucra a tres personajes harto conocidos en la mencionada ciudad, dos de los cuales han extendido su fama a nivel nacional. En la escena entran el popular conductor radial Abel Duarte, el ex jefe de Policía de Lavalleja José Pose Sanmartín y Roque Munua, un empresario minuano, propietario de un par de boliches y restaurantes. En el texto que originó este post, se cuestionaba qué tanto tenía que ver esta noticia y la política, arriesgando que quizás la decisión se debería a que Duarte es convencional del Partido Colorado y terminaba preguntando qué sucedería si "un convencional del MPP revienta a trompadas a su compañera". Bien. Las preferencias políticas de Duarte nada tienen que ver en esto; el problema surge cuando Duarte utiliza el aparato partidario (o sus contactos) para tapar cagadas propias o ajenas.

La historia es más o menos así: Leticia Urrutia y su familia se trasladaron a Minas a principios de 2000 para que la chica pudiera ingresar a un programa de desintoxicación de drogas de la Fundación Manantiales. Dos años después, Leticia estaba casi recuperada: había retomado los estudios y comenzado a armar un grupo de amigos, entre los cuales habría algunas personas que la indujeron nuevamente al consumo y empezó a ser figurita repetida en los boliches minuanos.
Por aquel entonces, Pose aún era el jefe de Policía del departamento y Abel Duarte pasaba discos y se encargaba de las relaciones públicas de La Cava, un pub ubicado en el complejo turístico San Francisco de las Sierras y cuyo propietario era Roque Munua. Vale destacar que Duarte y Pose mantienen una amistad de larga data.

Según las declaraciones de varios testigos, el 27 de julio de 2003, Leticia Urrutia estuvo en La Cava, donde permaneció durante buena parte de la noche junto a Duarte, a cuenta de quien tomó varias cervezas, servidas por Munua. Existen versiones -todavía no comprobadas- que afirman que Urrutia se retiró a las 3 de la mañana, acompañada por otras personas. Otra de las conjeturas que se manejan (y sobre la cual sí hay indicios firmes) es que una vez cerrado el boliche, Leticia se dirigió a una de las cabañas del complejo, acompañada por otras mujeres y al menos tres hombres: Duarte, Pose y Munua.

Al parecer, la fiesta privada en la cabaña contó con alcohol y merca a rolete. Al día siguiente, Leticia apareció en su casa pasadísima de rosca y sin su cartera. Según el relato de su madre, Beatriz Travers, cuando le preguntó si la había perdido, contestó que la había dejado "en lo de Munua" y se acostó a dormir. Al despertarse, tomó un taxi para ir a buscarla y cuando llegó, el mismo Munua le dijo que ahí no estaba. Durante los días siguientes, Leticia estuvo más que alterada: no dormía, estaba paranoica y hablaba sola. En la mañana del 2 de julio, su madre decidió internarla en el hospital, donde los médicos aconsejaron atarla a la cama. Dado que la perspectiva era que su hija dormiría toda la noche a causa de los sedantes suministrados, se fue a su casa a descansar y acompañar a su hijo menor.

Al día siguiente, Leticia apareció en su casa con el pelo mojado, fue a su cuarto, sacó algunas cosas y se fue mientras su madre llamaba al hospital para preguntar si le habían dado el alta. Días después, Beatriz recibió la cartera y la cédula, enviadas desde el complejo y llamó para saber qué había pasado. Le explicaron que la habían encontrado entre unos casilleros que estaban al lado de la cabina del disc jockey, precisamente donde había estado Urrutia junto a Duarte. Otra versión, también avalada por algunos elementos del expediente, indica que la cartera fue hallada en una de las cabañas y luego escondida entre los casilleros. De Leticia no se supo más nada desde que se fue de su casa.

Entre los comentarios del post mencionado, se encuentra uno de Marcelo Pereira, director de la diaria, que explica que la inclusión de la nota en esa sección se debió a que "los problemas para llevar adelante la investigación han sido básicamente políticos" y recuerda que el caso del edil de Lavalleja que asesinó a su esposa también fue incluido en la misma seccion, por similares razones.

Duarte, Pose y Munua han sido citados como indagados en la causa que investiga la desaparición de Leticia. Duarte es propietario de una radio FM en Minas, cuya frecuencia le fue otorgada directamente por el ex presidente Julio María Sanguinetti, hecho que Duarte no tiene problema alguno en reconocer. Así lo declaró en una entrevista publicada en Guambia en 2004, citada por la diaria: "[...] en su momento le pedí una radio a Sanguinetti. Le pedí la concesión de una frecuencia cuando se habilitaron varias ondas. Y bueno, se me concedió una radio en Minas. Por eso sé que es un hombre solidario". Alguien que proclama amiguismos tan abiertamente parece más que desconfiable y aun aplicando el beneficio de la duda, su reconocida amistad con Guillermo Stirling no hace más que aumentar las suspicacias. Stirling fue designado ministro del Interior por Sanguinetti en 1998 y fue ratificado en el cargo por Jorge Batlle, tras su asunción presidencial en el año 2000. En marzo de 2004, Stirling renunció para postularse a las elecciones internas de junio de ese año, cuyos resultados lo convirtieron en candidato presidencial por el Partido Colorado.

Por aquel entonces, Duarte manifestaba públicamente su apoyo al ex ministro a través de su radio minuana y de su programa en Radio Oriental de Montevideo, donde en numerosas ocasiones entrevistó a José Pose Sanmartín, quien merece un capítulo aparte en toda esta historia.

En agosto de 2003, el diputado socialista Artigas Melgarejo presentó una denuncia contra Pose por presuntas irregularidades administrativas en su gestión que -entre otras cosas-, incluían desvío de donaciones para la construcción de una nueva cárcel, presuntos vínculos con un narcotraficante a quien dio alojamiento cuando estaba requerido y escuchas telefónicas ilegales.

Para llevar a cabo su proyecto de cárcel modelo que presentó como el buque insignia de su gestión, Pose Sanmartín inició una campaña propagandística en la que instaba a diversos organismos públicos y privados a efectuar donaciones para que la construcción fuese más rápida. Entre las entidades donantes estuvieron Ancap, la Administración Nacional de Puertos, AFE y varias empresas privadas del departamento. Las denuncias contra Pose revelaban que los elementos donados fueron empleados para arreglos en viviendas de su propiedad.

Además, luego de diversas investigaciones se confirmó el uso indebido de propiedades del Estado destinadas únicamente a hospedar funcionarios que necesiten alojamiento temporal en el departamento por motivos laborales. Al parecer, en una de esas viviendas permaneció escondido el narcotraficante Julio D´Eal, mientras estaba requerido por la justicia de Cerro Largo.

El 26 de marzo de 2004, a pedido del entonces presidente Batlle, Pose presentó la renuncia. La dimisión se produjo 10 días después de la dimisión de Stirling, quien fue reemplazado por su vice ministro, Daniel Borrelli. La gota que terminó con la ceguera de Batlle (además de los manijazos de Borrelli) fue una denuncia realizada por una prostituta que acusó a Pose de haber querido drogarla y matarla por celos. Según publicó la diaria, la mujer contó a los investigadores "la relación que la unía con Pose, las fiestas privadas que organizaba y cómo circula la cocaína en esos ámbitos". Al parecer, la denunciante también habría participado en la fiesta del 27 de julio en la cabaña donde habría estado Leticia Urrutia.

Seis meses después de su renuncia, Pose fue procesado con prisión por "peculado en calidad de autor" y estuvo recluido cerca de dos años. La nota de la diaria también rescata una entrevista a Pose, realizada hace poco tiempo por Abel Duarte en su espacio en Radio Oriental. Allí, ambos conversaron sobre los procesos judiciales que involucran al ex jefe policial, incluido el relacionado con la desaparición de Leticia Urrutia, sobre cuya suerte ambos participantes se mostraron "preocupados e interesados", aunque nunca mencionaron la comparecencia de Duarte en la sede judicial.

De acuerdo al relato de la diaria, en la emisión se escuchaba de fondo "una voz, que por las cosas que indicaba (a Pose), parecía ser la de un abogado". La misma nota destaca que Duarte y Pose, además de una bella amistad, "comparten en distintas causas al mismo abogado: Daniel Lescano, que a su vez cuenta con un procesamiento por encubrimiento de homicidio en un sonado caso de la crónica político policial de Minas."

Las implicancias políticas de todo este asunto están más que claras y tienen consecuencias que van más allá del departamento de Lavalleja. Un más que interesante recuadro incluido en la nota, recuerda que cuando Pose fue removido de su cargo, el reemplazo designado por el ex presidente Batlle fue el inspector general Sidney Ribeiro, "que debía dar las garantías para continuar las investigaciones que involucraban a su antecesor", aunque jamás movió un dedo para aclarar algo. Para colmo, mantuvo como secretario personal al comisario Waldemar Lanzaro, que estaba siendo investigado por su desempeño en ese mismo cargo durante la gestión de Pose. Al día de hoy, existe un expediente abierto en su contra, "conexo" al de su ex jefe.

Tras la asunción de Tabaré Vázquez, se designó a Ribeiro al frente de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII), "organización que encabezaba las pesquisas en los distintos expedientes abiertos sobre la conducta funcional y privada de Pose y su entorno". La información consigna que Ribeiro habría intentado llevar a Lanzaro a la DNII, lo que le fue impedido. También agrega que "durante su paso por Inteligencia, Ribeiro le quitó apoyo a las unidades que colaboraban con la Justicia de Minas, al punto de desplazar a uno de los comisarios que más participación tenía". Actualmente, desde agosto de 2005, Ribeiro ocupa el cargo de director nacional de Policía, el más alto del escalafón policial. Lanzaro sigue en Lavalleja.

La nota está firmada por Federico Gyurkovits, que algo del tema sabe. En noviembre de 2003, cuando era el editor de Policiales de La República, Pose, su esposa y su hijo iniciaron una demanda civil en su contra en la que también incluyeron a su director, Federico Fasano y al diputado Melgarejo. Exigían 6 millones de pesos por la lesión a su "intimidad, tranquilidad y seguridad, honor y reputación" a causa de una serie de notas publicadas en el mencionado diario, que dicho sea de paso fue el único medio que le dio amplia cobertura a todo el asunto.

3 comentarios:

lalorubio dijo...

Daniela,

Te contesté en los comentarios del post en mi blog. Te copio acá mi respuesta conjunta a un comentario de "elvasco" y a tu post de hoy. Asimismo voy a escribir un post básicamente para linkear el tuyo y admitir que La Diaria tuvo razón en incluirlo en "Política" y no en "Sociedad" como yo reclamé. Me parece justo darle el mismo destaque.

Esta es la respuesta que te copio desde mi blog:

Daniela y Elvasco,

Gracias por el final (a elvasco).

En realidad yo nunca creí que lo hicieran para perjudicar a Abel Duarte, que no le interesa a nadie, sino que supuse que apuntaban más alto.

No le había dado bola al recuadro, y admito que es probablemente lo más importante de la nota. Por ese lado pueden verse claramente ciertas implicancias que podrían justificar su inclusión en la sección política de La Diaria.

Además, hay cosas que yo no sabía porque no salieron en el artículo. No se olviden que yo no soy periodista y no conozco tanto el ambiente ni determinados detalles. Por ejemplo, no tenía ni idea de quien era Federico Gyurkovits ni que había sufrido una demanda del tal Pose por este y otros temas. Como tampoco conocía el entramado Pose-Ribeiro-Lanzaro y Cía.

Considerando todo el asunto, el recuadro al que en un principio no le había dado la importancia que tenía (y que ustedes destacaron) y sobre todo los nuevos elementos que da Daniela en su post, me complazco en admitir que la inclusión en esa sección no parece ser antojadiza.

Las disculpas del caso a La Diaria. Me convencieron ustedes dos y no tengo ningún problema en admitir que mi juicio fue equivocado. Me traicinió mi excesiva desconfianza.

Saludos x2

Anónimo dijo...

Yo salí con ABEL DUARTE más de 1 año y puedo decir que no es un santo como quiere aparentar.

Anónimo dijo...

opi.
Sos anónimo o anónima?
Podés contar algún chisme de alcoba?
Cualquiera que escuche su programa, salvo una adolescente de 13 o una vieja de 87, se da cuenta que es re falso.