La imagen es la evidencia de las escasas ganas que tuve de publicar algo en estas últimas semanas. Este post tiene la intención de revertir la tendencia, pero tampoco esperen gran cosa; más bien es un pedido de aguante. No de aguante al estilo eeeeeehvamoooo´ arribaaaaeeeeeh sino más algo más cercano al bánquenme-un-rato-que-tengo-pocas-ganas-de-escribir.
Antes que nada, enormes gracias a todos aquellos que se colgaron en el mega crossover (æclipse µattaru dixit - ® Todos los derechos reservados) por la excelente labor realizada y también a los preocupados por la ausencia que se molestaron en preguntar si estaba todo bien.
A aquellos lectores que agregaron a Cursos para/lelos como amistad en Facebook: no tengo la más puta idea de cómo funciona ese invento satánico. La única razón de mi presencia en tan incomprensible herramienta fue la curiosidad, que me duró los 15 minutos que traté de entenderlo. Así que si algún alma caritativa tiene a bien explicarme cuáles son sus tan publicitadas ventajas, bienvenido sea. Eso sí, antes tienen que leer esto y convencerme de que no hay que ser tan paranoico.
Por ahora, es lo que hay. Es poco, sí.
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