Por Juana Jota
Había escuchado algo acerca de su existencia pero la verdad es que las referencias que tenía eran muy vagas y como no suelo mirar televisión abierta, nunca me lo había encontrado. Hasta el viernes pasado.
Haciendo zapping vi que estaba empezando y no sé por qué extraño impulso de mi tanatos, levanté el dedo del control remoto. El juego de tu vida es un programa de origen español –que allá emite la cadena Telecinco– en el que cada participante debe contestar 21 preguntas para obtener un premio final de 100 mil euros, tras superar cada uno de los niveles intermedios de 1000, 3000, 5000, 10 mil y 40 mil. En Uruguay, el programa es emitido por Canal 10 en el entorno de las once de la noche y según pude saber, varias veces por semana.
La diferencia con otros programas de preguntas es que las interrogantes son sobre la propia existencia de quien contesta y la distancia entre ganar y perder es, según el esquema maniqueo del programa, mentir o decir la verdad. Las 21 preguntas son seleccionadas entre un total de 200 que se le efectúan al participante el día anterior, mientras está conectado a un polígrafo que determina si miente o no.
Así como en un programa sobre cultura general las interrogantes son más difíciles a medida que se avanza, en este “juego” se hacen cada vez más inmorales y destructivas. Y por si acaso eso no es suficiente, también deben asistir al programa tres miembros de su familia o grupo de amigos cuya presencia, por más que la producción pretenda justificarla por la necesidad de "apoyar" al concursante, no tiene más propósito que incrementar la tortura del participante y hacer más flagrante el costo que paga por el dinero que “gana”. Eso, claro, si logra triunfar porque si “miente”, pierde absolutamente todo lo que ha obtenido.
El viernes en cuestión participaron dos mujeres. La primera lo perdió todo por “mentir” al responder si su marido la amenazaba con dejarla porque a ella le daba asco tener sexo (!!!) . Antes había confesado que la hipoteca de su casa la había dejado en una situación económica tan acuciante, que incluso había pensado en delinquir o prostituirse para solucionarlo. Su marido, su suegra y su hermana estaban sentados enfrente.
Pero fue la segunda concursante quien terminó ayudándome a encontrar nuevos modos de sentir repugnancia por los límites a los que llega la producción televisiva. Esta mujer –que junto a su marido e hijos debió mudarse con su madre tras la quiebra de la empresa de su esposo–, “ganó” 40 mil euros.
Casi 60 mil dólares sólo por el módico precio de responder a veinte preguntas sobre su vida, cuyas respuestas implicaron confesar una infidelidad con un amigo de su marido y la posterior contratación de una prostituta para lograr que la perdonase, además de asegurar que volvería a hacerlo si supiera que él no lo sabría y revelar qué tan desgraciada la hacía sentir. Y en la última respuesta, aquella con la que ganó, miró a su marido y dijo que ya no estaba enamorada. Delante de millones de personas, él la miró con los ojos llorosos mientras la conductora festejaba extasiada –y buscaba que ella la secundara– el premio percibido. En ese momento, todos los que estábamos frente al televisor, nos enteramos que la vida de esa española de Alicante vale eso... 40 mil euros.
No voy a dar excusas sobre por qué no cambié de canal a pesar del asco que sentía, de la enorme vergüenza y la repugnancia por mi propia incapacidad para mirar otro programa. El morbo a veces nos gana. Pero esa no es excusa para caer y caer otra vez en el mismo juego.
Y cuando terminó, e incluso al día siguiente, me quedé pensando en eso. En como terminé arrastrada hasta ese lugar inmundo aún cuando tengo herramientas para poder racionalizar lo que me ocurría y pensando en qué se puede esperar de quién no las tiene.
Y pensé. Pensé en los discursos de solidaridad, de plan de emergencia, de que paguen más los que tienen más y menos los que tienen menos, de un techo para mi país, de tanto etcétera. Y pensé que de repente, la solidaridad por los indefensos pasa también por no mirar un programa en el que se explota a la gente que siente que no tiene otra salida que usar su intimidad para ganar unos pesos que lo salven una situación acuciante.
Pensé que en vez de rasgarnos las vestiduras porque a los homosexuales los dejarán adoptar –y porque antes les permitieron de una vez por todas legalizar sus uniones afectivas– deberíamos preocuparnos más por los hijos de los que miran programas como esos. Deberíamos estudiar si está bien usar a la gente como condones humanos, que usamos y tiramos.
Quizás la generosidad pasa también por intentar que un programa como ese no lo mire nadie o no exista. Pasa por el hecho de que un canal de televisión sienta vergüenza de emitir algo así y pasa porque si no la siente por sí mismo, al menos se la hagan sentir sus televidentes (entre otras cosas porque las ondas son de todos y no se puede hacer plata prostituyendo la dignidad de los que precisan plata). Nadie está hablando de censura, estoy hablando de leyes de mercado (como al almacén que vende berreta y no lo cierran, pero nadie le compra).
Hablo de que tenga un costo hacer plata con el sufrimiento de personas que, aunque vivan en España y no a dos cuadras de tu casa, no deja de ser gente desgraciada a la que estamos usando para divertirnos, arrastrándola por el piso y patéandola sin piedad ni un mínimo de decoro. Pero no. Por ahora, eso no pasa.
[+] Ridículo, desnudo y cornudo, pero famoso. Reportaje en El País de Madrid sobre El juego de tu vida (26.07.2008)
25 agosto 2009
El juego de tu vida (o la fábrica de condones humanos)
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11 comentarios:
juana, me extraña que no sepas que para estas mierdas contratan actores. hay otros programas basura que se dedican a boicotearlos y te muestran que la mina que ganó los 40 euros este año, había participado en otro programa hace tres años con otro papel.
Envi querida, el punto no es ese. El punto es que en el caso de que sean actores estamos comprando que no lo son porque lo que nos engancha es justamente que se humillen en público. El punto somos nosotros, no ellos.
ese es un buen punto, juana querida. somos un asco. el público de esos programas es el mismo que en la antigua roma iba al circo a ver como los leones se comían a los cristianos. el punto es.. de quien es la culpa? del león? del cesar? del cristiano boludo que se dejó cazar? o del pobre romano que no tenía pan?
Tengo la impresión de que la tele está apresurando su defunción con este tipo de mierdas. Como decía el viejo Damiani, para mejorar hay que ponerse peor, y honestamente no creo que se pueda descender hasta mucho más.
Hace unas semanas andaba por el barrio una notera o algo así de un programa dominical tocando timbre en cada casa con la consigna de que si el dueño de casa salía con un papel higiénico en la cabeza lo llenaban de premios. Sentí mucha indignación de intentaran programar a la gente para que se humille por una miserable recompensa. Supongo que luego de esta época de mierda se le dará un adecuado uso a los medios audiovisuales y no para esta bosta inmunda. Por ejemplo, me parece ridículo que uno tenga que trasladarse hasta una universidad para poder estudiar. Es insólito que no haya bases de datos con clases de educación terciaria o técnica disponibles. Tenés terrible infraestructura, tremendos adelantos tecnológicos y los utilizas para educar a la gente sobre la cantidad de veces por semana que coje la vedette argentina de turno o veleidades por el estílo. No puede ser así, esto es tan solo un mal sueño, estoy seguro, lo que ocurre naturalmente es que los que están prendidos de esa teta están tan cagados de miedo que tratan de sacarle el último jugo posible. Pobres diablos....
el mismo programa pero hecho por yankis
http://viralfootage.com/?p=1117
una rubiatarada que dice todo lo que NO tenia que saberse y le fue como le fue...
saludos!
La mayor parte de los productos televisivos, como la mayoría de la producción cultural siempre fué de mediocre para abajo por una razón muy sencilla: el mercado. Hay que recordar que tanto las editoriales, los sellos discográficos, los estudios cinematográficos, las emisoras de radio y los canales de TV son empresas que dependen de la cantidad de personas que consumen sus productos para subsistir. Esto significa que deben atraer a la mayor cantidad de consumidores posible, y la forma más efectiva de hacer esto es apuntando al mínimo común denominador, con productos que tengan la menor exigencia intelectual posible y toquen los impulsos más básicos del espectador/lector/oyente.
Sobre lo que dice Robertö acerca del uso de la TV para la educación, creo que eso es no entender la esencia misma del medio televisivo. La televisión es, y fué creada como entretenimiento, no como una herramienta educativa. En nuestro propio país se hicieron experiencias de ese tipo (en los ´80 se llegaron a dar clases de educación terciaria por Canal 5), y casi todas fracasaron estrepitosamente. Es más, los ejemplos exitosos de televisión cultural que existen a nivel internacional, son exitosos justamente por no perder nunca de vista que el objetivo principal de la TV es entretener.
Salu2
ROCKER
Estimado. Cuando decís "la televisión es y fue creada como entretenimiento, no es una herramienta educativa", te faltan las dos tablas de piedra, pelo y barba y me das una imágen bastante bíblica.
El mundo cambió, antes entretenía un ratito. Pibelandia empezaba a las cinco de la tarde. Hoy los guachos miran unos dibujos animados absolutamente calamitosos durante 24 horas. No digo que deje de entretener, pero primero, ponele cota (o coto), entretener no puede ser humillar, no es para nada formativo. Y segundo, ampliá la oferta. Tenemos un medio, usémoslo bien. Lo que digo es que bien se puede usar de soporte para fines un poco superiores. No digo que nadie tenga derecho a entretenerse, pero debieran buscarse caminos para que la gente que no quiere comerse tres horas esperando el ómnibus y viajando mal para ir a la universidad, o no puede venir a montevideo porque vive en bella unión pueda tener acceso al conocimiento. Naturalmente un curso codificado de cálculo o de leyes no sería "exitoso" pero tengo la impresión de que la "herramienta" es cada vez más sofisticada y potencialmente útil y la usamos para matar hormigas a alpargatazos.
Pero pensaba en letra alta nomás.
Honestamente creo que son hipocritas.
Sin animos de ofender. A mi no me parece un buen programa ni que la tv hoy en dia esta buena.
Pero todos se quejan mucho, pero cuando llegan a la casa miran los profesionales, intrusos, el juego de la vida, etc. Y bueno, entonces no se porque tanto quilombo. Si pasaran documentales de historia y arte en la tv todo el tiempo no se quejarian tambien?
No me parece un buen programa pero me divierte, sean actores o no sea un buen programa o no. Por eso no me parece que este mal que este al aire si es lo que quiero ver...y ustedes tambien.
En cuanto a los niños, aun mas hipocritas. A los padres les encanta quejarse de que la tv no comunica valores, solo sexo y violencia. Pero eso es culpa de los padres por dejar que la tv eduque a sus hijos por ellos.
Claro, es mucho mas facil cuando el niño esta rompiendo los....sentarlo en la tv y que se pase toda la tarde ahi, que enseñarle algo no?
En caso de que hubiera alguien quien no mira tv justamente por lo malo que son los programas, obviamente lo de hipocrita no es para el..asi que no se ofendan, pero todos sabemos que la mayoria si lo hace.
No sorprende la mediocridad de la tv porque el trabajo de mediocres sólo puede ser mediocre. No hay que culpar al público porque el público es pasivo y va a consumir lo que le den. Se puede hacer tv rentable con ingenio e imaginación. El problema es que los tipos que trabajan en la tv son ignorantes, mediocres, prejuiciosos, limitados, etc.. Así el producto nunca puede ser bueno.
Por suerte hay excepciones. Un buen producto que entretiene y además está al servicio de la sociedad: http://www.clarin.com/diario/2009/09/07/elmundo/i-01993672.htm
No digo que no lo sean, en realidad no lo se. Pero a mi si me parece que es culpa del publico.
Es algo basico, si un dia van 20 personas y quieren comprar un producto que ellos no tienen te aseguro que a la semana siguiente lo van a tener. Y lo van a seguir teniendo hasta que no se vendan mas...asi funcionan los negocios.
En el caso de la tv es lo mismo.
Si todos miraramos el canal 5 la tv seria muy distinta, pero no lo hacemos porque es un embole.
Por ejemplo yo odio las novelas, y cada vez hay mas, pero no me enojo con los canales xq seguramente la razon para que lo hagan es que hay mucha gente que las mira. Y yo en su lugar haria lo mismo.
Es el mismo problema que con los informativos, y a pesar de no bancarlo me parece que villar esta en lo cierto.
el público es pasivo e idiota, es verdad. por eso va a comprar lo que le den. si le das mierda come mierda. si le das algo bueno, también se lo come sin darse cuenta. pero al "soberano" hay que educarlo. sino vamos a ver muchos Mujicas presidentes de ahora en más. Vilar es uno de los grandes responsables de que alguien Mujica llegue a presidente. el público de Vilar es el mismo que vota a Mujica.
yo creo que se puede hacer un buen producto que al mismo tiempo entretenga. hay ejemplos. el problema no son las novelas, sino las malas novelas. con los informativos pasa lo mismo. falta gente capacitada. los buenos periodistas escriben. los imbéciles terminan en la tele. el tema es entonces por qué falta gente capacitada en un mundo que es 100% imagen? es un problema económico? cultural?
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