Dejá, no te esfuerces

El Observador 28.02.06
Sección Uruguay - Página 6

Suponéte que tenés 73 años y vivís en un pueblo de mierda. Un buen día te morís en tu casa, solo. Tres días después, te encuentra un vecino, que seguramente no llegaba a ver cómo andabas sino a quejarse del olor. Como nadie te reclama, la Junta Local de tu pueblo se hace cargo de tu entierro pero como no tienen un ataúd "adecuado" (sea lo que sea que esto signifique) para tu cuerpo, la secretaria de la Junta decide, sin consultar a nadie, enterrarte directamente en la tierra del cementerio local. Pero no se le ocurre mejor idea que sacar tu cuerpo de tu casa en un colchón y tapado con una manta. Encima, como tampoco hay un vehículo apropiado para llevarte, te meten adentro de la pala mecánica de una excavadora de la Intendencia local. Así te mandan al cementerio, para tirarte adentro de un agujero recién excavado en la tierra. Con colchón, manta y todo como venía. Pero quedáte tranquilo. Desde el más allá escucharás a la ignorante secretaria declarar que te dieron la sepultura "más humana posible". Tipa piadosa si las hay.