Website Ribbon Cursos para/lelos: Este post bien podría titularse "material de relleno" e igual ustedes lo leerían encantados de la vida

02 junio 2006

Este post bien podría titularse "material de relleno" e igual ustedes lo leerían encantados de la vida

Puedo asegurar con propiedad que si en mis tiernos años infantiles hubiera existido el canal Nickelodeon, me hubiera convertido, sin duda alguna, en una adicta a la señal. Más específicamente a 31 minutos (lunes a viernes a las 15.30 y sábados y domingos a las 11), un noticiero delirante conducido enteramente por títeres (Pedro Peirano, su creador, reconoce la fuerte influencia de programas como The Muppets y Plaza Sésamo). El origen del programa chileno (además de comprobar empíricamente que existen chilenos con humor) se remonta a 2003, cuando la productora del ciclo presenta el piloto de 31M a un concurso convocado por el Consejo Nacional de Televisión de Chile y resulta elegido en la categoría "programa infantil". Parte del éxito de 31M en el público adulto trasandino se debe a las segundas lecturas con que cuenta: los títeres son imitaciones de personajes de la televisión chilena y hay cientos de citas a sucesos o eventos televisivos ocurridos en ese país en las últimas dos décadas. El tinte localista no opaca el resto del contenido humorístico del programa, basado mayormente en las personalidades de sus cerca de 200 protagonistas. Acá les van algunos:

Tulio Triviño Tufillo, conductor del programa. Su interés por el periodismo nace cuando instalan el primer kiosco de diarios en su ciudad natal. Pronto logra un importante puesto de reportero en un canal venezolano especializado en los escarabajos. Allí lo va a buscar su gran amigo Juan Carlos Bodoque, quien le había conseguido el trabajo de conductor de 31 minutos. Hoy, Tulio Triviño no se considera un “rostro” de la televisión. “Soy más bien una cara”, dice. A sus labores como conductor de noticias se suman sus constantes iniciativas en el campo de la beneficencia, destacando la Fundación Tulio Triviño Tufillo, que acoge a todos los conductores de televisión caídos en desgracia o sin talento.

Juan Carlos Bodoque, reportero. Su nombre verdadero es Juan Carlos de Bodoque y Bodoque, pero lo acortó para que fuera mejor recordado por el público. De sus 68 hermanos, es el único que desde pequeño manifestó una clara vocación por las apuestas y la fama desmedida. Al contrario de su mejor amigo, el autodidacta Tulio, Bodoque estudió periodismo, y se dedicó desde muy joven a sus dos grandes pasiones: el periodismo estrella y las carreras de caballos, donde ha arriesgado grandes sumas de dinero por Tormenta China, yegua que lamentablemente nunca ha ganado. Sus denuncias le han originado muchos enemigos y un creciente grupo de admiradoras, pero él se mantiene impasible ante el éxito. Reconoce que su sueño más íntimo es animar 31 Minutos, “cuando Tulio se enferme, obvio”, se apresura en señalar. Su tormentosa relación con Sol del Solar le ha valido varios párrafos de las revistas del corazón.

Policarpo Avendaño, crítico de espectáculos. Es especialista en arte, cine, caza, numismática, halterofilia y juegos de salón. Su mayor pasión es el hundimiento del Titanic, tema del cual colecciona libros, cuadros, maquetas a escala y ha elaborado una propia teoría sobre el accidente: “no se hundió, sino que fue abducido por extraterrestres”. Cuando joven tocaba el triángulo en un grupo punk rock. Desde que empezó a trabajar en televisión, nunca ha faltado al trabajo y nunca ha tomado vacaciones. Como el excéntrico que es, Avendaño mandó a construir una piscina con forma de piano en la terraza de su departamento, donde no se baña, sólo la contempla. Su peluca se llama Manolo.

Balón Von Bola, comentarista deportivo. Anciano reportero deportivo, con una enfermedad a los ojos muy extraña y una memoria casi nula. Se destaca por tener una gran trayectoria en el deporte y haber sido pateado por los mejores que como él, pasan a ser periodistas deportivos después de retirarse.

Calcetín con rombos Man. Su historia es legendaria. Hace cientos de años, cuando en el mundo sólo había piratas y ron, dos calcetines con rombos hermanos se dedicaron a recorrerlo: eran César y Ramón Quintanilla. Pero un día, un pirata con pata de palo se apropió de Ramón para calzarlo en su único pie y César quedó solo, convertido en un pobre calcetín guacho, hasta que se dio cuenta de que los calcetines guachos tienen extraños superpoderes. César se matriculó en la Academia Superior de Superheroísmo y tras años de estudio se especializó en la Defensa de los Derechos del Niño. Hoy, César Quintanilla mantiene una vida común y corriente en una cómoda cómoda de Ciudad Cómoda, pero si alguien requiere su ayuda se transforma en uno de los superhéroes más super de los últimos tiempos. Calcetín con Rombos Man es uno de los superhéroes mejor evaluados en la encuesta de superheroísmo, donde se le preguntó a la gente “cuál es su superhéroe al que le confiaría la vida”. Sólo fue vencido por Soquete Musculoso, que es el héroe favorito del propio Calcetín con rombos Man y también uno de sus profesores en la Escuela Superior de Superheroísmo.

Mico el Micófono, periodista encargado de realizar la sección de encuestas del programa y la sección "la gente canta". Su sueño es tener un programa de sólo encuestas, alguna vez fue despedido por Tulio, y creó su programa: "Odiando mucho 31 minutos".

Eusebio Manguera, dueño del canal, con poderes plenipotenciarios. Es millonario y sus empleados le llaman "amo".


Para más datos de 31M: Wikipedia / Web oficial de 31 Minutos / Comunidad oficial de 31M

3 comentarios:

die dijo...

Muy buen Post. Si la información sobre los personajes es correcta (no lo sé porque no tengo tanta data, pero confío en que sí... quién va a inventar algo sobre personajes de televisión que son títeres? vamos...) ehh.... donde estaba?... mmm "...muy buen postmmmm..." ah si! si la info es correcta me parece un excelente tributo a, según mi parecer, el primer programa chileno de exportación hecho como corresponde.

Si hubiese puesto la coma (,) en otra parte de la oración, hubiese escrito "AL primer programa chileno de exportación...". Pero salió así.

Saludos

Kily dijo...

A mí también me gusta calcetín, especialmente por sus lentes para nadar.

Kily dijo...

Para mí cualquiera que tenga poderes plenipotenciarios, sea millonario y sus empleados le llamen "amo" merece cierto crédito.

¿Tendremos los mismos gustos?