Ante los insistentes reclamos de algunos lectores, compartimos con ustedes una nueva y apasionante crónica policial. ¿De dónde? Del mejor referente en la materia, obvio:
Bastante pasado de copas, el joven comenzó a desplazarse por la pista mostrando sus dotes de bailarín. Sintiendo un poco de vergüenza ajena, sus amigos prefirieron dejarlo solo y acodarse en la barra a tomar un trago. El bailantero sintió la penetrante mirada de una joven y decidió atacar.Los tres amigos se vistieron coquetamente, se perfumaron y emprendieron viaje rumbo a la Ciudad Vieja. (...) Vaso en mano, recorrieron las instalaciones en busca de alguna linda mujer a la cual expresarle sus sentimientos. Tal vez por el frío reinante en la capital, las mujeres escaseaban, razón por la que el trío de amigotes prefirió pegarse a la barra y dedicarse a tomar y tomar.
Completamente ebrios, decidieron recorrer por enésima vez la pista con la esperanza de que las chicas se hubieran retrasado.
GSM, de 31 años, motivado por el alcohol, abandonó la búsqueda y decidió mostrarle al resto de los clientes lo bien que bailaba. Con movimientos extremadamente exagerados comenzó a recorrer la pista contorneando su cuerpo y moviendo la cabeza al ritmo de la música. Sus dos amigos, sintieron algo de vergüenza y regresaron a la barra. Aunque algunos aplaudían para incentivarlo a que siguiera con su acto de bufón, otros lo miraban con un poco de lástima, entre ellos, una muchacha de 25 años que recién había ingresado.
El joven posó su mirada sobre la mujer y fue al ataque. "Hola amor, ¿querés bailar?", dijo con voz sensual. La chica no le respondió y prefirió darle la espalda. "¡No te hagas la rica!", expresó el muchacho tocándole suavemente los glúteos por debajo de la pollera. La joven giró en sus talones y le pegó una cachetada, pero el alcoholizado bailantero respondió con un fuerte golpe de puño que impactó de lleno en la boca de la mujer. Con el labio partido, la chica pidió ayuda y fue socorrida por los "patovicas" del local. El joven fue expulsado y se retiró insultando a los cuatro vientos. Una vez afuera del baile el agresivo sujeto pateó los carteles públicos e insultó a dos policía que cumplían un servicio 222. Cuando los agentes fueron a detenerlo el hombre se desacató y lanzó golpes y patadas a diestra y siniestra. Los policías lograron detenerlo y conducirlo a la Seccional 1ª. Sin decir palabra el joven se sentó en un banco a la espera del fichaje correspondiente. Cuando uno de los funcionarios se acercó a pedirle los datos, GSM saltó de su asiento y le pegó una trompada al agente que cayó sobre un escritorio. Los compañeros corrieron a ayudarlo y esposaron al agresor que seguía insultando a todos los que se le acercaban.
A la mañana siguiente, el joven despertó calmado y amable. pidió disculpas por las agresiones y prometió no volverse a portar mal. Frente al juez de 4º Turno, GSM explicó lo sucedido y culpó al alcohol por los daños ocasionados. El juez escuchó pacientemente su relato y decidió procesarlo sin prisión por un delito de atentado y un delito de lesiones personales en reiteración real, imponiéndole como medidas sustitutivas, la prohibición de concurrir a locales nocturnos por un plazo de 90 días. En tanto la mujer agredida por el joven, fue dada de alta y se recupera en su domicilio.
0 comentarios:
Publicar un comentario