Se fue Rebella. Los comentarios del estilo la cultura uruguaya está de duelo o que gran pérdida para el cine uruguayo parecen demasiado berretas y poco dignos para un tipo que supo reírse mucho de esa clase de cosas. Pero la cuestión de todo esto es que si hay algo que enferma de este país es la hipocresía de su gobierno, incapaz de financiar cualquier proyecto cultural medianamente interesante pero que no tiene reparos en poner su sello en cualquier cagarcha mediocre como el lovetour:07. Entonces hoy, cuando se entera de que JPR se las peló, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) emite el siguiente comunicado:
El Ministerio de Educación y Cultura, la Dirección de Cultura y el Instituto Nacional Audiovisual participan con hondo pesar el deceso de este joven y laureado cineasta, cuya desaparición constituye un severo golpe a la cultura uruguaya y al país, en general, que habían cifrado en su talento singular y en su precoz madurez más que fundadas expectativas de afirmación y crecimiento en un ámbito que, hasta su irrupción, pudo considerarse más bien hostil a las aspiraciones nacionales.
Su aporte contribuyó decisivamente a revertir esta realidad y su ausencia nos compromete, pese a todo, a asumir el imperativo de su legado.
Más allá de lo incomprensible de su mediocre comunicado, la postura del MEC es de las más bajas que se hayan visto. No pueden salir a decir toda esa sarta de pelotudeces cuando JAMÁS apoyaron al cine nacional ni a ninguno de sus realizadores, salvo cuando volvían con una placa abajo del brazo. 25 watts y Whisky no tuvieron nunca un mísero apoyo financiero proveniente del estado uruguayo; en ambas oportunidades, la única financiación gubernamental que se obtuvo en Uruguay fue a través de dos concursos organizados por la Intendencia Municipal de Montevideo, que en materia de cultura le lleva varios cuerpos de ventaja al MEC. Rebella solía minimizar este asunto, pero en el fondo le calentaba mucho. Tanto le calentaba que fue capaz de armar dos proyectos que supieron ser reconocidos en varios festivales internacionales (ver acá y acá) sólo para demostrar que igual se puede, que no hace falta andar rogando financiaciones cuando se tienen dos dedos de frente. Dirán que las autoridades de este ministerio no son las mismas que en aquellos años. Poco importa: la situación de ahora es exactamente igual que hace 7 u 8 años, cuando Rebella y Stoll tuvieron que filmar su opera prima en blanco y negro porque no les alcanzaba la guita para hacerla a color. Señores, ustedes no tienen autoridad para lamentar esta muerte, mal que les pese.
5 comentarios:
De hecho, cuando presentaron el guión de 25 Watts al FONA, sólo sacaron una mención. Después la rompieron por el mundo.
Cuando hicieron Whisky, con bastante más reconocimiento detrás, ganaron el premio del FONA. Me suena un poco eso de treparse al carro del uruguayo exitoso de turno.
25W no ganó el FONA porque el jurado consideró que tenía muchas "malas palabras".
una manga de chupaver**s
Disculpame Daniela, pero porque el estado uruguayo (lease: nosotros) tiene que apoyar financieramente a Rebella o a quien sea que quiera hacer una película?
Creo que hay otras prioridades a la hora de ver donde se gasta el dinero de los uruguayos (no quiero decir que se este haciendo bien, eso es discución para otro día).
Pero no apoyarlo financieramente no quita que no se le pueda hacer una mención y un reconocimiento cuando la persona se muere; no me parece subirse al carro. Peor sería no emitir comunicado ninguno.
Manuel: por supuesto que hay otras prioridades antes que el cine nacional, en eso estamos de acuerdo. Pero a mi criterio, el cine es representativo de la cultura de un país y por eso necesita cierto apoyo.
El MEC puede lamentar todo lo que quiera la muerte de Rebella, pero jamás puede decir una estupidez tal como que "Su aporte contribuyó decisivamente a revertir esta realidad y su ausencia nos compromete, pese a todo, a asumir el imperativo de su legado". No tienen idea de lo que están diciendo, porque esa realidad a la que se refieren es responsabilidad del propio Estado que jamás tiró ni dos mangos para mejorarla. Y eso de "asumir el imperativo de su legado" es de las cosas más estúpidas que leí en mi vida y si realmente estuvieran dispuestos a asumir algo así, deberían al menos dar su apoyo para que eso ocurra. Y ya sabemos lo que va a pasar.
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