Rosita

Después de un par de intentos frustrados, ayer pude ver finalmente el documental Rosita, por Cinemax, que narra uno de los casos más emblemáticos de la lucha pro y anti abortista latinoamericana. Rosita es una niña nicaragüense cuyos padres, campesinos analfabetos, habían decidido emigrar a Costa Rica para trabajar en los cafetales de Turrialba. A fines de 2002, a punto de cumplir 9 años, Rosita fue violada por un vecino y quedó embarazada en su primera ovulación. Su madre se enteró de la situación cuando la llevó al hospital debido a su falta de apetito, producto de las constantes náuseas que padecía. Cuando los médicos diagnosticaron su estado, decidieron que la niña debía permanecer internada hasta el día del parto, sin siquiera consultarlo con su madre. De alguna manera, la información se filtró a la prensa y comenzó un debate en el que nadie quedó afuera: la omnipresente iglesia católica, los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica y cuanta persona estuviera dispuesta a abrir la boca si le ponían un micrófono adelante. Cuando el caso tomó estado público, el Ministerio de Salud costarricense decidió el traslado de la niña a un hospital de San José de Costa Rica argumentando que allí estaría mejor atendida. ¿Los padres? Bien, gracias. Las condiciones de internación nunca fueron las prometidas: se había hablado de una habitación privada en el área pediátrica pero Rosita fue internada en una sala maternal abierta. Viendo como se pasaban por encima los derechos de los padres, la Red de Mujeres Contra La Violencia -una ONG nicaragüense- decidió viajar a Costa Rica para apoyarlos y promover un pedido de aborto ante la Justicia de ese país, que autoriza legalmente la práctica si corre riesgo la vida de la madre. De ahí en adelante, un récord de opiniones retrógradas e inhumanas por parte del arzobispo, los médicos y los ministros de Salud de los respectivos países involucrados. Incluso el gobierno de Costa Rica llegó a prohibir la salida del país de la niña y su familia, razón por la cual se vieron obligados a escapar a Nicaragua durante la noche, gracias a la ayuda de esas redes clandestinas solidarias que suelen formarse en casos así. Ando con pocas ganas de escribir, así que el final, averígüenlo este miércoles 9, a las 18.45 hs. por Cinemax. Vale la pena.