¡Caíste!

Acá debería arrancar puteando al reverendo imbécil que se le ocurrió inventar el formato de Bailando por un sueño. Después debería dedicarle unas cuantas líneas a la sarta de idiotas televidentes que han logrado que ese engendro sea el tema del día durante meses en todos los países donde se emite. Y en todos esos lugares se dio el mismo proceso. Gracias a ese conjunto de retardados fue que los programadores televisivos tuvieron la maravillosa de idea de repetirlo incesantemente, sin siquiera tener la decencia de darnos un respiro de un par de semanas: cada nueva edición comienza la semana siguiente a la finalización de la anterior. Originalmente, el formato no fue otra cosa que un rejunte de famosos venidos a menos. Más vale que esa no era la idea original, pero no quedó otra ya que todas las celebridades (perdón, qué tonta, ahora se les dice socialités) que estaban en boga al momento de la primera edición, rechazaron la idea con asco. Pero el programa prendió y todos los Jorge Martínez y Susana Romero del mundo volvieron a vivir sus 15 minutos de fama. Para la segunda edición, se incorporaron algunos de los famosos que habían rechazado la primera invitación. Y para la tercera ni les cuento. Ahora también les digo que para quilombos, nada de Fidalgo vs. Florencia de la V, o el uruguayo embajador de las papeleras contra Sofovich. No, señores. Para lío, mejor el que hubo en España, donde el programa se emite por TVE, la televisora estatal. Resulta que un buen día todos los bobos que mandaban mensajes de texto a un costo 5 veces superior al de uno normal descubrieron que una de las participantes de la 4a. edición cobraba un sueldo semanal de 48.000 euros (sí, semanal). ¿Y quién era? Carmen Polo, nieta de Francisco Franco. Esos son líos y no un boludo peleándose con una reina del carnaval recauchutada. Igual tampoco se queden con la idea de que España es una referencia en la materia: fíjense que ya van por Gran Hermano 8 y nadie protesta.

El asunto es que desde que empezó semejante payasada en la vecina orilla (y no me extrañaría nada que en cualquier momento Canal 10 comprara el formato), me juré no hacer comentarios al respecto. Menos que menos cuando apareció el "soñador" uruguayo, que ya estaba cantado era para armar quilombo y obtener réditos económicos desde Uruguay, que en definitiva es la razón por la cual eligen concursantes uruguayos en cuanta competencia ridícula se les ocurra armar. Decía entonces que ni siquiera respeto mis propios juramentos y por eso este post. Por eso y por la tapa de hoy de El Observador, como no podía ser de otra manera. Es que ahora decidí desorientarlos escribiendo posts largos sobre alguna pelotudez, así se aburren a la cuarta línea, no se enteran de mis verdaderas intenciones y no se calientan más en dejar comentarios infantiles que jamás serán publicados. Este fue el avance de O2 en tapa de hoy:

Tú, incauto lector y remitente compulsivo de mensajes de texto, ven y compra este maravilloso diario que te promete una cosa en tapa pero adentro te dice cualquier verdura. Adquiérenos confiado de que luego de desembolsar $30, obtendrás la información que tanto deseas. Finalmente podrás saber qué sucedió con el humilde compatriota nominado al que intentaste rescatar con todos los mensajes de texto que te permitió el crédito de la tarjeta. Porque eso es lo que te prometemos, iluso. Diremos que El uruguayo siguió bailando por un sueño porque tú sabes que el programa sale un día después que en Argentina y que ya se conoce el resultado. Sí, somos capaces de paliarte la angustia que de otra manera padecerías hasta ver el programa diferido (o Intrusos, que sí sale en directo). Nosotros te diremos la verdad. El uruguayo siguió bailando por un sueño, leerás en la tapa y nos comprarás para leer los detalles de semejante hazaña oriental. Nos abrirás, nos leerás y tendrás muchísimas ganas de mandarnos a la mismísima mierda. No dudes en hacerlo porque tendrás razón, ingenuo lector. Porque te dijimos una cosa pero en realidad queríamos notificarte de la posible incorporación de Maradona al jurado del programa y un par de boludeces más. Ah, al final el uruguayo marchó.

Montevideo Comm - 28.11.06