Mi abuelo debe ser el más locuaz de los lectores (me refiero a que permanentemente envía "cartas del lector", que los diarios han publicado durante los últimos 100 años). Sinceramente, podría tener un récord Guiness.
Él siempre estuvo muy orgulloso de eso, y debo decir que yo lo estaría también. El problema es que como un tipo que trabajó en los medios casi toda su vida, debería saber que semejantes espacios tienen una utilidad comparable a mandarle una carta a Papá Noel.
Los medios tradicionales no quieren mi opinión -la de mi abuelo, en este caso- ni mucho menos la participación de cualquiera que no haya tomado el "sacramento" de una escuela o facultad de periodismo. Con la detestable excepción de los periodistas deportivos que pueden provenir de cualquier campo de la academia y del saber excepto -irónicamente- del fútbol.
Antes de que me manden a quebrar las piernas aclaro que no defiendo al "amateurismo". Estrictamente me refiero a que los medios no quieren nada más de su público que su dinero (hablemos claro, es un negocio) y cada tanto nos dan un pequeño bocadito, un changüí, que otorgue esa tranquilizante sensación de que nuestra opinión importa. Puede ser con las cartas de mi abuelo o con las irrisorias preguntas en la calle de los informativos, pero nunca deja de ser una ilusión de participación.
Ese modus operandi venía de lo más bien hasta hará unos diez años, cuando Internet y otros medios digitales de comunicación irrumpieron en la escena. Desde entonces, cada vez más aparecen espacios "no formales" de comunicación, pero el gran problema que le surge a los medios es el reclamo de espacios de participación genuinos.
En nuestro país -por ahora- creo que nadie ha dado con la receta ni para acallar las quejas, ni para brindar una participación ordenada y productiva. Pero nada mejor que unos buenos ejemplos.
- El País dice que tiene blogs. Aunque si me preguntás a mí, tiene columnas. No hay canal RSS para suscribirse, se pueden hacer comentarios, pero nadie (o casi nadie) los contesta...
- Observa tiene Observa Ciudadano, que por un lado hay que reconocerle que aparenta ser realmente abierto pero -igual que las cartas del abuelo- está en una sección bien apartada y diferenciada del resto del contenido del portal.
De cualquier manera, me parece que el primer error fue que en el intento de ser abierto, termina -nuevamente como las cartas- siendo un lugar donde cualquiera puede exteriorizar cualquier barrabasada sin que nadie le exija un mínimo sustento.
También vale aclarar que generan "secciones" que en realidad no son tales, pues comparten el mismo objetivo de ventilar opiniones (En Caliente, Yo Digo, Carta del Lector, El Opinólogo).
- Desde hace poco Observa también tiene blogs, que se pueden acceder desde el portal y desde Observa Ciudadano. Mismo caso que con El País, son poco más que reflexiones que quedan abandonadas a los comentarios de los reaccionarios que nunca faltan.
- También Observa (hay que reconocerles que lo intentan) tiene una sección llamada "Reportero Observa" que remite a aquella vieja costumbre de Radio Montecarlo de que los oyentes actuaran como buscadores de primicias. Claro que como es una sección casi oculta, tiene tres entradas miserables.
- Canal 4 tiene una sección similar que llaman "Tu Noticia". Personalmente no recuerdo haber visto nunca en el informativo una noticia enviada por ese medio. Eso puede ser por dos razones; que nadie mande o que no le reconozcan el aporte a los televidentes. A cual peor.
- Aunque ahora dan error si uno quiere acceder, La República también supo tener foros. Me contento con decir que los temas se desviaban al punto de dejar a más de uno caliente. No, no, el otro tipo de caliente.
¿Y entonces? No soy un tipo de tirar la piedra y rajar, así que acá van algunas ideas para generar discusiones.
Primer paso, recordar que Internet es un medio dinámico. No se puede poner un foro como si fuese una semilla y esperar que mágicamente crezca. Lo mismo corre para cualquier sección con opiniones. Los moderadores se necesitan para ordenar, guiar y censurar (¡si lo dije! No es mala palabra).
Al igual que un pueblo del viejo oeste sin alguacil, un foro sin moderador es rápidamente tomado por los Trolls. Basta con ver los de Montevideo Comm si no me creen.
De la misma manera, hay que cuidar el resto de las secciones participativas (en realidad corre para todo el sitio). Si la gente no da bola a una idea como la del "Reportero Observa", se cambia, se le da más bombo o se la mata. No puede dejarse agonizando más de un año. Que las cosas sean paricipativas no quita que la responsabilidad sigue siendo del medio, no del público.
Cualquier medio escrito puede explotar un recurso como un Wiki (cuyo ejemplo más conocido es Wikipedia). Básicamente es una forma de escritura colaborativa, donde no sólo todos participan, si no que todos corrigen (en la mayoría de los casos, moderando a los extremos). No es una demencia, no es "libertinaje". Funciona para Wikipedia, le funcionó a la Policía de Nueva Zelanda para crear un nuevo código policial y si quieren un ejemplo de un medio escrito pueden ver la sección How-To Wiki de la revista Wired (en inglés).
Blogs en serio hay miles, por lo que no voy a andar poniendo ejemplos. Tal vez un buen comienzo para los medios tradicionales sería no demonizarlos, disminuírlos o restarles importancia. Especialmente porque dos años después ponen sus propios blogs y caen en la clásica trampa del archivo que tanto gusta en Bendita TV.
Después hay otro tema, relacionado pero distinto, que demuestra que los medios tradicionales no entienden un pomo de los "nuevos medios". En realidad es un ejemplo. Hace poco hablamos con Daniela sobre el episodio donde el telégrafo de Paysandú "denunció" con un importante matiz amarillista -a mi entender- que las computadoras del Plan Ceibal podían acceder a páginas pornográficas. Además eso era en condiciones excepcionales (usando una conexión "desprotegida", no la de la escuela).
De cualquier manera, estos señores pusieron el grito en el cielo por algo que a cualquiera que use una computadora diez minutos le resulta evidente. Se puede entrar a páginas porno, chocolate por la noticia. Siguiendo la argumentación de éstos iluminados no sólo hay que poner en duda a las XO del Plan Ceibal si no todas las computadoras que usan los niños de Uruguay (porque ninguna de ellas a prueba de porno).
Más allá del episodio aislado, eso me dió a pensar algo que disparó lo todo lo que ahora escribo. En el paradigma de los medios tradicionales la información se controla y se censura con otra facilidad. Llámenle gatekeeper si prefieren, pero los medios tradicionales deciden qué información es la que importa y de qué no se habla.
La propia estructura descentralizada de Internet obliga a pensar de otra manera porque no hay portón (gate), hay millones de ventanas por donde la información siempre logra fluír.
Eso es algo que los medios no entendieron todavía, y se hace evidente cuando un foro de desbunda, cuando Escanlar o cualquier otro levanta una nota o cuando republican sin pudor noticias viejas, con la esperanza de que todos seamos una manga de desinformados.
Pero bueno, me parece que la pelota hoy en día está en nuestra cancha, en la de los que escribimos y hacemos sitios sin que nadie nos llame. Los medios se están durmiendo, pero el público no. Por eso 115.000 Uruguayos tienen blogs (según el Grupo Radar). Por eso, blogs como éste, como el mío, como los de todos los que participamos de este experimento van ganando peso y notoriedad.
Aquel episodio con Escanlar (que terminó en la fundación de C.RE.MA.) fue talvez la punta del iceberg. Y al menos en mi experiencia personal, he ido descubriendo que las opiniones que vierto en mi blog llegan en la mayoría de los casos a los oídos de un involucrado. Aún más, a veces los involucrados -gente de bastante notoriedad- se molesta en dejar un comentario. La diferencia es que yo siempre les contesto, mientras que las cartas de mi abuelo nunca llegaron a nada.
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