Todos somos Tatú

Buenas.
Aquí Elso.
En este preciso momento, Daniela se encuentra a bordo de un avión con rumbo desconocido, realizando las siguientes actividades:

-Protestando porque en el folleto de seguridad no queda claro de qué lado del cinturón de seguridad está el broche.
-Quejándose porque la lasagna de pollo de la cena no tiene salsa blanca en toda su superficie.
-Puteando porque no le dan más de dos cubos de hielo con el refresco.
-Refunfuñando porque la película que hay para ver tiene subtítulos en portugués.
-Sonriendo irónicamente porque la azafata tiene la pollera sujeta con un alfiler de gancho, que se le ve cada vez que se agacha a servir una bebida del carrito de refrescos.
-Rezongando porque en el baño el papel higiénico no está bien a mano.
-Exigiendo que le cambien de asiento para no tener que soportar al único bebé que llora en todo el vuelo.
-Demandando que le dejen ir a revisar la cabina, para cerciorarse de que el piloto no está borracho, drogado, dormido o culeándose al copiloto.
-Armando un escándalo porque el maní que le dieron no tiene sal.

Mientras ella se divierte y nosotros nos quedamos mirando el cielo y diciendo "¡El avión, el avión!", queda inaugurada la temporada de Uso Responsable de Cursos Paralelos por parte de sus usuarios.
Comportensé, manga de cretinos. A ver si quedamos bien por una vez y demostramos que los blogeros no somos el montón de enfermos bocasucias y mala onda que todos los críticos culorrotos de la vuelta creen que somos. Demostremos que nosotros también podemos ganar un premio de Freeway al blog más choto.
Ante todo, respeto y buena onda.
Pasarlo bien.