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20 noviembre 2008

Manual (con los ojos en la nuca) para entender un veto

Tabaré Vázquez tiene en su haber tres características que, para bien o para mal, seguramente lo harán entrar en los libros de historia. Es el primer socialista de la historia uruguaya en convertirse en presidente, es masón¹ y además, por diferentes proximidades afectivas y familiares, es un hombre inclinado al catolicismo más ortodoxo.

El reciente y más que anunciado veto presidencial no sorprendió a nadie, aunque indignó e irritó a buena parte de los parlamentarios, a las organizaciones que buscan regular la práctica del aborto y al 63% de la población que manifestó públicamente estar a favor de la Ley de Salud Sexual y Reproductiva.

Para entender mejor este veto -y algunas posturas de la “izquierda”-, se hace imprescindible rascar un poco en las creencias religiosas y filosóficas de otros integrantes del partido de gobierno y en particular, del presidente Vázquez.

La senadora Margarita Percovich (Vertiente Artiguista) tiene una formación católica desde niña y es graduada en filosofía con los jesuitas, en lo que después se convirtió en la actual Universidad Católica del Uruguay (UCUDAL). Eso no impidió que durante la anterior legislatura (en la época del divertido gobierno de Jorge Batlle) y en la actual, votara a favor de la ley que, entre otras cosas, “legaliza” la interrupción del embarazo bajo determinadas condiciones antes de las primeras 12 semanas. Percovich, como otros legisladores de “izquierda”, cree que la opinión del presidente y su familia -casi todos fervientes católicos- no debería influir en las decisiones de un Estado laico desde hace más de 90 años. Incluso, al igual que varios de sus colegas parlamentarios, la senadora se manifestó a favor de un plebiscito popular en el cual la ciudadanía laude definitivamente este tema, que contiene aristas muy complejas.

Ahora bien, no es muy difícil entender las razones que llevaron a Vázquez al veto tan anunciado desde su “almuerzo” en abril de 2005 con el monseñor Nicolás Cotugno, arzobispo de Montevideo.

Dentro la masonería, el presidente Vázquez sería apenas un grado 3, un recién llegado en términos de la logia en eterna enemistad con la Iglesia Católica. Pero su esposa, María Auxiliadora Delgado y dos de sus hijos son católicos casi ortodoxos. Sin ir más lejos, Alvaro Vázquez -su hijo mayor y también médico-, fue seminarista.

Esa influencia familiar, sumada a su pertenencia a la masonería, lo llevó a un sincretismo difícil de entender. “La adolescencia en permanente contacto con los salesianos pareció marcar al líder de la izquierda desde el punto de vista social. No por casualidad uno de los primeros convenios que hizo Vázquez desde la Intendencia de Montevideo fue con el Movimiento Tacurú, una escuela de oficios impulsada por el padre Mateo Méndez, también salesiano” ². Hoy, el padre Méndez es el director del Instituto de Rehabilitación Juvenil (INTERJ) del Instituto del Niño y del Adolescente (INAU).

En 1991, cuando era intendente de Montevideo, Tabaré Vázquez se reunió en Roma con el Papa. “Pocas veces he sentido un impacto tan fuerte como cuando estuve en presencia del papa Juan Pablo II”, dijo en aquel entonces en una entrevista concedida a Canal 10.

Tras la muerte de Juan Pablo II en abril de 2005, los presidentes George W. Bush y Luis Inacio “Lula” Da Silva –ambos a cargo de dos de los 10 países más grandes del mundo- se hicieron un hueco en sus apretadas agendas para acudir a las primeras exequias de un pontífice católico en 27 años. Vázquez, el presidente del nonagésimo país más grande, optó por enviar a su esposa en su lugar. María Auxiliadora regresó exultante del Vaticano e hizo rimbombantes anuncios de la ayuda que la Iglesia brindaría al Plan de Emergencia (PANES), el buque insignia en los inicios de este gobierno. Una ayuda que, como es notorio, nunca llegó.

El Papa Juan Pablo II visitó Uruguay en dos oportunidades: primero en abril de 1987 y luego en mayo del año siguiente. De su primera visita a Montevideo quedó como recuerdo la gigantesca cruz emplazada frente a Tres Cruces, la principal terminal de ómnibus del país. En aquella oportunidad, fueron el Opus Dei y otros sectores conservadores de la Iglesia quienes gestionaron ante el entonces presidente Julio María Sanguinetti, la instalación de la cruz en pleno Bulevar Artigas, de manera que pudiera verse desde la sede presidencial del Edificio Libertad, distante más de 20 cuadras. Catorce años después, la Iglesia instaló una estatua de Juan Pablo II en la entrada de la llamada Iglesia de Nuestro Señor Resucitado, construida en el mismo terreno de la terminal de Tres Cruces. Una vez fallecido el pontífice -y a iniciativa del diputado herrerista Gustavo Borsari- se solicitó que este monumento fuera trasladado junto a la gran cruz.

En abril de 2005, Cotugno y Vázquez almorzaron juntos. Allí analizaron dos temas: el traslado de la estatua junto a la cruz, lo cual se hizo con una celeridad pasmosa gracias a la Junta Departamental de Montevideo y principalmente, a los legisladores que aprobaron el proyecto de ley que lo declaraba “de interés nacional”. El otro tema fue el veto en caso que se aprobara el proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva.

A la salida de ese almuerzo, Vázquez fue rodeado por un enjambre de periodistas ansiosos por conocer lo conversado con Cotugno. Sin muchos rodeos, el presidente anunció que vetaría cualquier intento por despenalizar el aborto. Cuando fue consultado sobre la posibilidad de plebiscitar este tema el mandatario contestó: “Es un tema que depende de la ciudadanía y no mío”. Dicho en criollo, tiró la pelota para adelante.

A esa altura ya no era un secreto que los consejos de la esposa de Vázquez no habían caído en saco roto, para beneplácito de una Iglesia que siempre ha tenido buenas relaciones con otros partidos políticos, pero que estaba en ascuas sobre cómo sería su relacionamiento con un gobierno progresista.

Luego de aquel polémico almuerzo, el presidente -masón³ y a su vez buen amigo del catolicismo- aclaró que era necesario hacer hincapié en la educación y la prevención, además de “darle a la población todas las herramientas para que pueda tener calidad de vida y para que se pueda defender la vida en todas sus manifestaciones”. Y en eso está, aunque desde una óptica médica, masónica y cuasi católica bastante difícil de entender.

¹ La pertenencia del presidente a la masonería, jamás desmentida por el propio mandatario, aparece en la biografía Tabaré Vázquez. Misterios de un liderazgo que cambió la historia, escrita por los periodistas Edison Lanza y Ernesto Tulbovitz. Editorial Al Cierre, Montevideo, 2004.

² Ídem anterior

³ Hace pocos días, el líder y senador del MPP, José Mujica, dijo que las mayorías que posee su sector, junto con los comunistas, son “relativas” para definir su posible candidatura a la Presidencia, porque “en este país casi todos los presidentes fueron doctores o masones”.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

"Ahora bien, no es muy difícil entender las razones que llevaron a Vázquez al veto tan anunciado desde su “almuerzo”..."

Creo que te quedás bastante corto con las razones. Hay varias explicaciones políticas que tienen mucho más peso para explicar el veto. Primero, la propia existencia del veto. Segundo, un partido dispuesto a alinearse detrás de la voluntad de Vázquez. Tercero, varias políticas frenteamplistas dispuestas a traicionar la causa de toda su vida por favorecer al presidente. Y así podría seguir: escasa participación y movilización social, organizaciones feministas sin poder de convocatoria y por lo tanto sin poder incidir, etc., etc..

El problema no es sólo Vázquez, ni siquiera las ideas de Vázquez, o de su mujer, o de sus hijos. El problema principal es que hay un partido y una sociedad que no tienen capacidad para ponerle límites.

Anónimo dijo...

Interesante columna. Te dejo unos comentarios.
1 . El hijo seminarista de Vázquez, que fue rescatado de Argentina a donde se lo había llevado el padre Antelo, por el actual embajador de Uruguay en ese país, es también masón.
2 . No fue Borsari el que hizo gestiones por el traslado de la estatua. Eso se resolvió en la Junta Departamental y no en Diputados donde sí se debatió después el tema y varios legisladores del FA defendieron esa decisión y negaron que afectara la laicidad. Fue en el acto que se hizo por el traslado que Cotugno se congratuló de tener con Váquez y su gobierno un "novedoso ámbito de cooperación"

elMácula dijo...

de acuerdo. pero ese problema de esa gente -la que no pone límites- se viene repitiendo desde hace años con distintos partidos y presidentes. no digo que vayamos a la revolución, pero sí que podríamos ponernos un poquito más las pilas, los uruguayos en general. cuánto hace que no sale "la gente en su conjunto" a protestar por algo? cuántos éramos en la plaza cagancha para protestar por el veto? y cuántos le prtestaron a hierro y a jorgito por insistir en que la gente se endeudara en dólares? y al gobierno del cuqui y su ministro salvaje por lo del filtro? no, sólo vamos a manifestaciones políticamente correctas como la marcha del silencio...

Mirada Paralactica dijo...

Emily: es correcto que para el traslado de la estatua se hicieron fervientes gestiones en la Junta Departamental capitalina y que Vázquez "presionó" a más no poder, y así está dicho en el post. Pero el planteo original (y público lo hizo precisamente Borsari, hombre de gran fe católica al igual que el líder Herrerista, el nunca bien ponderado Luis Alberto).
De hecho, en la discusión parlamentaria posterior al traslado de la estatua uno de los que llevó la voz cantante fue Borsari. Eso si no me falla la memoria, claro.

Anónimo dijo...

y que harías vos para que se "pongan un poquito más las pilas" y "la gente en su conjunto" a protestar por algo, mácula?

Cacho_vela_crush dijo...

wenas,

no me queda muy claro, porque decís que la masonería esta eternamente enemistada a la iglesia? en que se nota hoy en día? en definitva que importa a todo esto que vazques sea masón? estas seguro de que la masonería tiene una postura así como la iglesia acerca del tema?

PD: no me simpatizan los masones, los conozco bastante bien y su modus operandi, pero dudo que tengan una ideología hoy en día mas alla de sus propias conveniencias económicas y de poder, es decir, individuales de cada uno de sus miembros no como institución. trepan como ratas pero no tienen posturas ideológicas conujuntas.
PD2: sobre el tema, vazques acordó el apoyo de la iglesia para dar paz al gobierno y ofreció a cambio el veto, pacto mafioso tan común en TV y en la IGLESIA, no creo que la historia haga otra interpretación, recordemos que la iglesia siempre fue anti-frente y lamió bolas de tdos los gobierno de derecha que hubieron con palos varios recordados a varios frentistas "antipacificos".

Anónimo dijo...

Emily, qué valentía la del embajador, porque el padre Antelo no rispetaba pelo ni marca. Eso no se paga con una embajada, lo menos un principado con petróleo.
Y hablando de Antelo, no puedo dejar de pensar que Tabaré suspendió una ida al telo, el 25 de noviembre, por culpa de una ley de aborto. Otro éxito de la Albóndiga.

Kaos

Unknown dijo...

No me banco a Cotugno. Desde que, siendo obispo de Melo, se declaraba confidente del Villita una vez que éste fuera asesinado. Me parece un viejo de mierda de la peor calaña (le dediqué un cuento en www.chorizoderueda.blogspot.com titulado "Sequedad"). Pero yo creo que el viejo de mierda estaría mucho mejor ubicado si no saliera por la tele intentando incidir en la sociedad uruguaya. Sólo le compete actuar dentro de su empresa, de la cual no formo parte.
No sé qué mueve a Vázquez, aunque haya oído comentar que lo que hace es proteger el mercado de unos amigos médicos. Pero es un autoritario. Y representa a todos frentistas por una única razón: no representa a ninguno.

elMácula dijo...

maru, me parece que lo que uno puede hacer es sumarse cuando hay algo que cree correcto, ya sea participando en la organización de las actividades, asistiendo como público, tratando de arengar a un amigo o poniendo 10 pesos para la amplificación.
pero en el fondo creo que hay un problema muy grave de educación. cuando nos dan clases de educación social y cívica, moral y cívica o como se llame ahora, nos enseñan 3 pelotudeces en lugar de explicarnos que en el fondo somos responsables de lo que hagan nuestros representantes.
no tenemos conciencia de las posibilidades que tenemos de incidir -ni sabemos cómo hacerlo- y bajamos los brazos muy facilmente. pero creo que ya me estoy yendo al carajo en la discusión.

Teresa Noceti dijo...

Mi comentario es que ¡¡no puedo más con mi vergüenza y con mi rabia!! ¡Qué mal voté todos estos años! ¡Tantas vidas perdidas para esto! Esta es la guinda de la torta. Demasiados desaguisados ¿y qué nos queda? ¿a quién votamos? ¿votamos anulado como voto castigo o a Asamblea Popular para que sea una piedra en el zapato de muchos y les rompa bien toda la legislatura? ..si no acomodan el cuerpo también una vez que están en el carguito.