Como de costumbre, todo empezó por el huevo o la gallina

Observa.com.uy 28.08.06

Bien dice Kily que no puede decirse que el Partido Nacional no tiene poder de decisión. Ahora, ya que todos sus pobrísimos intentos de desestabilizar al gobierno han sido inútiles, pegan el manotazo de ahogado y se agarran de las bolas de Carlos Demasi, profesor de historia y uno de los encargados de preparar el contenido de la materia "Historia del Uruguay en la segunda mitad del siglo XX – segunda parte". El sábado 19, Demasi participó en un seminario para docentes y estudiantes del Centro de Formación Docente, organizado por el Colegio San José de la Providencia donde manifestó algunas de sus ideas sobre la historia nacional entre los años 1968 y 1989, que fueron reproducidas por el semanario Búsqueda. Cualquiera que haya sido alumno de Demasi, podrá comprender mi poca objetividad respecto al asunto. Los que no, sepan que considero a Demasi como un tipo muy inteligente, bastante más que aquellos que ahora piden su cabeza. Para aquellos que gusten de juzgar a alguien por la cantidad de diplomas que cuelgan en la pared, Demasi es egresado del IPA y tiene un posgrado en Ciencias Humanas de la Universidad de la República. Es investigador del Centro de Estudios Interdisciplinarios Uruguayos de la Facultad de Humanidades y profesor de Historia Nacional III y IV en el IPA, además de coordinador y autor de varios trabajos sobre el tema. El año pasado, la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) publicó un llamado dirigido a historiadores y docentes de historia para el dictado de cursos sobre "la época contemporánea en Uruguay y el mundo" y para la elaboración de una guía de apoyo para esas clases. El plan es incorporar a los programas de historia, comenzando desde 6º año de escuela, los últimos 40 años del Uruguay, que han sido ignorados por el sistema educativo secundario desde el regreso de la democracia. Un sistema educativo manejado por los mismos a quienes no les interesa que las generaciones post-1985 tengan aunque sea un mínimo conocimiento de la historia reciente de su país, que en definitiva les aclararía por qué hoy los partidos tradicionales no pueden dedicarse a otra cosa que no sea proponer pelotudeces tales como exigir el relevo de un docente que no es de su palo político. Un docente que, al menos en mi caso, supo cubrir correctamente cada punto del programa y aun así, hacerse tiempo para enseñarnos algo de esa historia de la que por ese entonces pocos hablaban. Demasi fue seleccionado por la ANEP para el dictado del período más jodido de la historia nacional (1968 a 1989) y además se le encargó, junto a otros dos colegas, la confección de la guía de apoyo del programa completo de historia mundial y nacional de la segunda mitad del siglo XX.

En este momento no tengo ganas, pero acá podría arrancar un debate acerca de si es correcto o no juzgar las declaraciones que alguien realizó en un ámbito privado donde, a juzgar por la nota publicada por Búsqueda, el acceso no era muy restringido. Una situación similar vivió el ex director nacional de Cárceles, Enrique Navas, cuando en una conferencia privada, realizó algunas declaraciones que le valieron una inhabilitación por 30 días. Casualmente, el responsable de la difusión pública de ambas declaraciones fue el mismo medio, tan afecto a participar de esta clase de encuentros.

En el mencionado seminario, el docente manifestó que "no se puede establecer con claridad qué fue primero, si la guerrilla o la represión" comparando la situación con el eterno dilema del huevo o la gallina. Para Demasi, el punto de inflexión en la historia nacional contemporánea es 1968, cuando los Tupamaros se dejaron de ñoñerías y secuestraron a Ulyses Pereira Reverbel. Explicó que si EEUU no hubiera realizado en 1977 un pedido de elecciones para que los militares abandonaran el poder, no sabría "cómo se hubiera podido cambiar la cosa". Para Demasi, si se analiza la historia, no se ve que los movimientos populares uruguayos de la época hayan sido los que lograron el fin de la dictadura. Bueno, que tampoco hay que ser Einstein para darse cuenta de eso, pero parece que cayó muy mal entre algunos que dicen haber estado batallando contra el régimen castrense.

Y entonces aparece Francisco Gallinal, senador nacional(ista) a decir que con esa afirmación, Demasi "ofende a la cultura cívica del pueblo uruguayo". Supongo que se refiere al resultado del plebiscito de 1980, en el que un 57% le dijo no a los militares pero casi un 43% dijo que sí.La ofensa no se ve aunque se calcula que Gallinal, en el apuro por armar algo de quilombo, debe haber interpretado erróneamente las palabras de Demasi, porque no se entiende qué clase de cultura cívica puede existir en un régimen militar donde está prohibida toda actividad política. Lo que dijo Demasi sólo puede ofender a un tarado que realmente cree que los militares fueron tan poco inteligentes como para armar un plebiscito que sabían perdido de antemano. Lo que armaron fue una patética muestra de cómo no bajarse los calzones de entrada ante EEUU y hacerle creer al resto del mundo que ellos eran tan democráticos como para permitir que el pueblo uruguayo decidiera su destino político. Igual, casi 10 años después se repitieron los porcentajes en los resultados de otro plebiscito que hubiera permitido procesar penalmente a varios militares. El 57% volvió a decir no, pero esta vez para impedir la derogación de la ley de Caducidad. Esa debe ser la "cultura cívica del pueblo uruguayo" que le gusta a Gallinal.

Pero todo lo anterior, al Partido Nacional le importa un reverendo carajo. El problema fue que Demasi se metió con Wilson Ferreira Aldunate y guay de que a los blancos les toques al Wilson porque se te vienen todos al humo. Y justo se le viene a ocurrir decir que Wilson "llevó el Partido Nacional a la catástrofe". Para qué. De todas maneras, lo de Ferreira Aldunate es solamente la excusa que usan los blancos para disimular la calentura que les quedó después de que la ANEP dejara afuera de la reforma al recientemente fallecido José Claudio Williman y a Enrique Mena Segarra, reconocidos historiadores ligados al Partido Nacional. Y si alguien puede llegar a pensar que esto es solamente una patraña inventada por mi paranoica y diabólica cabecita, acá queda la resolución de uno de los temas tratados en la sesión 45 del directorio del Partido Nacional, ocurrida el 5 de diciembre del año pasado:

O sea, que los mismos culorrotos que ahora piden la hoguera para Demasi por considerar que sus apreciaciones "carecen de parcialidad y objetividad necesaria para referirse a un pedazo de la historia reciente", son los mismos que hace casi 8 meses, ante los avisos publicados por la ANEP, encomendaron a sus legisladores exhortar a docentes e historiadores de "filiación nacionalista" a inscribirse en dichos llamados. A llorar al cuartito.